El presidente Javier Milei fue el centro de atención en la final del Abierto Argentino de Polo, donde La Natividad venció a La Dolfina por 13-11 y se consagró bicampeón. Acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el mandatario fue recibido con una calurosa ovación al llegar al campo en Palermo. Además de ser espectador, Milei se llevó la camiseta de su ídolo, Adolfo Cambiaso, y entregó el trofeo al equipo liderado por Camilo y Bartolomé Castagnola.
Desde el palco ubicado debajo de la Tribuna C, Milei disfrutó del partido junto a personalidades como el ministro de Defensa, Luis Petri, acompañado de Cristina Pérez, y el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, junto a Gisela Berger. La presencia del presidente rememoró a otros mandatarios que asistieron a esta tradicional competencia, como Carlos Menem en los 90' y Mauricio Macri en 2021.
Al final del encuentro, Milei bajó al campo de juego y conversó con Cambiaso, quien, pese a la derrota, le regaló su camiseta número 1. El presidente, emocionado, se la colocó sobre su chomba, sellando un momento especial con el mejor jugador de polo de la historia, quien estuvo cerca de igualar el récord de 20 triunfos en Palermo de Juan Carlos Harriott.
“Me encanta el polo, soy fanático de Cambiaso, enfermo”, afirmó Milei en una entrevista radial, destacando su fascinación por La Cuartetera, el caballo emblemático del jugador. Esta admiración se consolidó en el cumpleaños 54 de Milei, cuando Cambiaso le regaló una camiseta de La Dolfina.
El estrecho vínculo de Javier Milei y Adolfo Cambiaso
No obstante, el vínculo entre ambos se profundizó tras un encuentro en la Casa Rosada el pasado 8 de noviembre. “Aquí con Adolfo Cambiaso, el mejor jugador de polo de todos los tiempos (al menos desde mi punto de vista). Si alguna vez te preguntaste por la existencia del centauro, si no es él, está muy cerca de serlo. ¡Viva la libertad, carajo!”, expresó Milei en sus redes sociales.
Con la camiseta de Cambiaso puesta, Milei volvió al campo para premiar a La Natividad, que reafirmó su dominio en Palermo al ganar tres de los últimos cuatro torneos. El equipo busca establecer una nueva dinastía en el polo argentino, y su victoria quedó inmortalizada en la jornada que también marcó la pasión del presidente por este deporte.