El triste final de la temporada para San Martín de Tucumán causó diferentes sensaciones entre los fanáticos; desde pedido de explicaciones, hasta decisiones de no ir más a la cancha o levantar la cabeza para empezar de nuevo.
Mezcla de nostalgia y enojo
Con 79 años y una vida entera en Bolívar y Pellegrini, René Maldonado parecía cargado de recuerdos y reproches mientras tomaba un café frente a La Ciudadela. “Yo no sé cómo sacó 81 puntos. Vivo prácticamente al frente de la cancha y con esos jugadores te podría decir que es el peor equipo que vi. Antes, veías la Quinta o la Sexta y esos sí eran buenos”, soltó con dureza. “Estos jugadores no tienen huevos. Pero va a volver a empezar el campeonato y vamos a estar ahí porque así es San Martín”, dijo.
Por los resultados, dejará de ir a la cancha
Sebastián Alderete, de 30 años, ajustó el casco antes de subirse a su moto, pero no pudo evitar alzar la voz para expresar su enojo. “Hizo una gran campaña de puntos, pero el equipo no jugó bien nunca. No sé si tenía suerte o era certero, pero no disfrutabas de verlo”, exclamó el vendedor de equipamientos comerciales. “Íbamos confiados a ver los partidos, pero perdimos los todos los duelos decisivos. Es insólito que el “9” haga tan pocos goles. Como hincha decidí no ir más a la cancha”, concluyó Alderete.
Apuesta a que San Martín se recuperará
Gonzalo Torres, un estudiante de 16 años que cursa en el Colegio Nacional, es uno de esos hinchas jóvenes que, a pesar de las dificultades, mantienen la esperanza en San Martín. “Venís ganando todos los partidos y sacás una gran diferencia, pero después llegan los partidos importantes y empezás a jugar así. Sin embargo, esto puede cambiar porque San Martín siempre encuentra la forma de levantarse”, expresó. “Lo seguí varios años, y aunque hubo momentos difíciles, siempre vuelvo a ilusionarme”.
Desconfianza en todo el equipo
Juan Mochón, un hincha de 30 años que trabaja en una forrajería cerca del estadio, no ocultó su frustración al hablar del “Santo”. Entre bolsas de alimento y cajas apiladas, reflexionó sobre el presente. “Es lo que viene pasando hace varios años. No podemos llegar a la última fecha con tanta diferencia y perder con un equipo al que le sacamos prácticamente 20 puntos. Si pasábamos a jugar la final contra San Martín de San Juan, creo que también la perdíamos”, expresó. “Después de Rosario, no podía creer lo que había pasado. Fue muy raro todo lo que pasó ese día”, remató.
Palpitó la ilusión de los hinchas por la final
Desde detrás del mostrador, Natalia Spasoff, que trabaja en un drugstore a metros del estadio, lleva en su voz una mezcla de ilusión y enojo que compartió con otros hinchas. “Dejé de confiar después de lo que pasó en Rosario. Pero este equipo me ilusionó bastante a lo largo del año. Además, la gente que venía a comprar mostraba todo su entusiasmo por lograr el ascenso”, comentó la fanática de 29 años. “Conozco a muchas personas que después de la final quedó empeñada y todavía continúa pagando el viaje. Los hinchas queremos una explicación de parte de los jugadores”.
Pidió una autrocrítica de Flores y el plantel
Santiago Wilson, un hincha de 23 años que trabaja en la fábrica de resistencia eléctrica, no ocultó su decepción al hablar sobre la temporada. “En el partido contra Racing de Córdoba, que nos empataron sobre la hora, ya nos estaban dando un mensaje. No sé si fue nerviosismo, pero sorprendió que ‘Caco’ García no haya sabido parar una pelota”, dijo Wilson que también fue crítico con Diego Flores. “Perdimos contra Ferro y dijo que habíamos jugado bien. Jamás dijo que se equivocó en algún planteo”, opinó.
Confía en la renovación para ir por el ascenso
Tomás Ignacio Montero, un estudiante de 16 años de la Escuela Belgrano, reflejó la pasión de la nueva generación de hinchas de San Martín. “Seguía confiando en que iba a ser de este año que iba a lograr el ascenso. Lamentablemente no se dio. Si Dios quiere, el próximo sí se dará”, dijo con convicción. El joven también apuesta por una renovación. “La expectativa para el año que viene es que traigan nuevos jugadores y que busquen chicos de las inferiores que se sí van a matar para poder jugar”, concluyó.
Aseguró que la final fue el golpe más duro
Marcelo Capdevila, un joyero de 55 años, no oculta su dolor tras la difícil temporada de San Martín. “No me puedo recuperar del golpe; fue el peor de mi vida”, confesó. “Desde que tengo 10 años voy a la cancha, y he visto descensos con orgullo, pero lo que pasó ahora es diferente. Es serio”, aseguró con voz entrecortada. “Veíamos que el equipo ganaba, pero dependíamos demasiado del arquero para salvarnos”, concluyó molesto.
Pide un buen técnico para ascender
José Ignacio Iramain, un taxista de 24 años que vive el fútbol como pocos, resume su amor por San Martín con una mezcla de realismo y esperanza. “Las ilusiones siempre están intactas en San Martín. Como hincha, es imposible no ilusionarse cuando empieza un nuevo año”, expresó, dejando en claro que pese a los golpes la pasión por el equipo sigue firme. “Hay que traer buenos jugadores y un DT con ganas de ascender. Pero por sobre todas las cosas, gente que respete al club y valore el sacrificio de los hinchas”.