Dejar la tierra que los vio nacer no suele ser una decisión fácil para ningún migrante, porque aunque sus valijas estén llenas de sueños y esperanzas, la distancia con sus seres queridos no es un sentimiento fácil de sobrellevar. Y en épocas de fiestas de fin de año, la angustia puede ser aún más grande. No obstante en el siglo XXI la tecnología ha aparecido como una gran aliada para que las separaciones físicas se sientan un poco menos.
Aunque no existe ninguna aplicación que pueda reemplazar la proximidad con familia o amigos, algunas de ellas sí pueden ofrecer una conexión emocional que ayuda a reducir la tristeza que puede aparecer en esta época del año.
“Siento nostalgia al no poder estar con los que quiero”, confesó Gabriela Narváez, quien hace un par de años dejó Tucumán para instalarse en México. Así, en Navidad y Año Nuevo ella elige hacer videollamadas por Whatsapp para ver sus sonrisas y expresar sentimientos que las palabras por texto no logran transmitir completamente.
En su nuevo país se habla el mismo idioma, pero las fiestas no se viven de la misma forma. Narváez mencionó que eso la hace extrañar mucho desde la comida, hasta los preparativos para la cena e incluso, las compras de última hora.
“Poder comunicarme con mi familia es muy importante aunque solo sea a través de una pantalla, ya es algo que nos acerca y nos hace sentir acompañados”, reflexionó la mujer de 34 años que escogió la app de mensajería que tiene cerca de 3.000 millones de usuarios activos en todo el mundo, porque es la que más acostumbra a usar en el día a día.
Nuevas tradiciones
Con Eslovenia hay cuatro horas de diferencia y decenas de grados menos. Cuando el reloj en Argentina marca las 12 de la noche, allá son las cuatro de la mañana. Por eso, Ana Porcelo Zakelj programa una alarma que la despierta en la madrugada desde hace tres años, para poder brindar a la distancia con su familia.
“Pasar las fiestas en el extranjero es, al menos para mí, una experiencia bastante compleja. Llevo tres años fuera de la Argentina, y debo reconocer que en cierta medida sigo sin sentir las fiestas como tales”, comentó.
La licenciada en letras relacionó esta sensación con la falta del calor, de las vacaciones de verano, de las reuniones de fin de año, de la familia, de los amigos. “Por supuesto, siempre intentamos formar parte de los festejos que se continúan haciendo en tierras tucumanas, de alguna u otra. Lo más frecuente es que realicemos llamadas por WhatsApp, que es, sin lugar a duda, la aplicación que más frecuentamos para el contacto familiar”, puntualizó.
Las llamadas suelen ir casi siempre a su mamá, en el momento de la reunión familiar y ella se encarga de dar un paseo por la casa para mostrar a todos los que están ahí presentes. “Algunos se detienen más tiempo a hablar, mientras que los niños (mis primos) corretean y juegan por el patio”, agregó Porcelo.
“Hace un tiempo atrás, mi tía (que también vivió unos años aquí) compartió una idea de ver estas fechas, que me gustó mucho y la hice propia: ‘tal vez no haya tanta familia cerca, ni las tradiciones que solíamos repetir todos los fines de año; tal vez pasar Navidad y año nuevo con frío y más oscuridad de lo normal, con otra comida y otra gente, pueda resultar difícil; pero hay que verlo como una oportunidad para crear nuevas tradiciones, nuevas costumbres que podamos relacionar con Navidad y año nuevo’”, recordó y sentenció- “es esto lo que me propuse hacer este año y los venideros”.
Viejas tradiciones
Otro tucumano que optó mantener a sus lazos más cerca a través de la tecnología es Nahuel Palacio. Él migro hacia Londres, y como Gabriela y Ana, se siente cómodo con Whatsapp para comunicarse. No obstante Instagram, una de las redes sociales más populares del mundo con 1.200 millones de usuarios activos mensuales, también aparece en su lista de preferencias.
“Para mí conectarme virtualmente con la familia es muy importante ya que hace seis años y medio que no paso las fiestas con ellos, así que por suerte y con los avances tecnológicos, nos podemos comunicar a las cero horas de Argentina para mantener viva esa linda tradición de saludarnos que tenemos todos”, consideró el joven de 29 años.
Para él, las emociones son muy raras en estas fechas ya que aunque fue consciente de las ausencias que iba a generar cuando decidió irse, el sentimiento de nostalgia nunca se volvió más fácil.
“Lo que más extraño de estar en Tucumán es toda la preparación previa y lo que sucede después del brindis de la medianoche con la familia. En Europa se festeja solo el 25 de diciembre y la noche anterior se duerme temprano”, dijo. Por esas razones, Palacio puede ver solo a lo lejos sus cosas favoritas de la navidad, como la magia que se le pone a la Noche Buena en este lado del mundo y la felicidad de los niños que reciben sus regalos cuando el cielo aún está oscuro.
Por video llamada, de todas formas, el joven seguirá manteniendo presente una tradición familiar que lo entusiasma cada Año Nuevo y que realiza con sus afectos a través de la pantalla de su celular. “Siempre hacemos una lista de propósitos y de cosas que deseamos cambiar o mejorar para el próximo año”, contó el tucumano que como muchos otros migrantes espera que los abrazos virtuales se vuelvan reales, muy pronto.
¿Qué pasó con Zoom?
En 2020 la llegada de la pandemia hizo popular a Zoom, una plataforma de videollamadas que mantuvo conectadas a millones de personas en medio de las cuarentenas por Covid-19; sin embargo esta forma de comunicación ha perdido popularidad en el día a día.
Esta app hoy se usa más comúnmente en organizaciones y empresas, por su capacidad de albergar hasta un millón de usuarios a una misma reunión. Sus nuevas herramientas así también se pensaron, ya que incorporó opciones como accesos a archivos PDF, vídeos y otros materiales relevantes para reuniones ejecutivas.
Facetime, por su parte, es otra aplicación que ofrece facilidades similares a las videollamadas de Whatsaap pero al ser desarrollada por Apple, es común solo entre usuarios de Iphone.