El Gobierno se aleja de la posible designación de jueces

El vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que esa posibilidad solo tomará fuerza si el presidente Javier Milei cree que los nombramientos son vitales el funcionamiento de la Justicia

DEFENSA. La Corte reglamentó hace una semana la forma de funcionar con tres jueces. DEFENSA. La Corte reglamentó hace una semana la forma de funcionar con tres jueces. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN

Con el periodo parlamentario cerrado, las crecientes críticas de la oposición y a tan solo dos días de que Juan Carlos Maqueda se jubile de su cargo como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el vocero presidencial Manuel Adorni descartó la posibilidad que el Gobierno nacional vaya a emitir un decreto para nombrar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en el máximo tribunal.

Más allá de sus dichos, en el marco de su habitual conferencia de prensa, el funcionario nacional reconoció que tal posibilidad existe sólo “si el Presidente cree que es imperioso para que la Justicia siga funcionando”. “Habían dicho que antes del 28 de diciembre se iban a decretar los nombramientos... Si eso ocurre es porque el Presidente considera que debe ocurrir porque la Justicia se empantanó en el proceso judicial. No hay mucho más para decir”, indicó, ante una pregunta periodística. De esta forma, Adorni se distanció de las especulaciones acerca de que el presidente Javier Milei firmaría un decreto antes de fin de año para nombrar a los magistrados.

El portavoz presidencial detalló: “Todas las posibilidades están abiertas. Pero el decreto sólo ocurrirá en condiciones en donde la Justicia se empantane, cuando se necesiten los jueces por una cuestión coyuntural y el Senado no haya resuelto”.

En este sentido fue un paso más allá al mencionar indicios temporales. “Si esto se discute en febrero, marzo, cuando sea, eso la verdad es que no lo sabemos y será también un tema que se resolverá con el inicio del año”, detalló.

A finales del mes pasado, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se había referido a la intención del Gobierno de nombrar por decreto en el máximo tribunal a Lijo y García-Mansilla si la oposición no daba los votos necesarios en el Congreso para fin de año, para que la Corte no quede con tres jueces. “Son todas las alternativas que tenemos en análisis, pero todavía no tomamos una decisión al respecto”, reconoció. “Hicimos una propuesta que no fue tratada aún por el Senado. Estamos ante una Corte que va a quedar con menos miembros en poco tiempo, y hay una preocupación del Gobierno con que esté integrada”, expresó aquella oportunidad.

Asimismo, Adorni apuntó al funcionamiento de la Justicia federal y aseguró que durante 2023 resolvió “sólo el 0.4% de los casos graves sobre narcotráfico”. “De manera ágil no funciona, eso está claro. Eso va a ser un gran trabajo por delante para todos, el poder solucionar la lentitud que tienen desde hace tiempo. Lo que no quita que la Corte Suprema viene funcionando con tres miembros y, mientras no haya un impedimento, será algo que resolverá el Senado”, adelantó.

A modo de anticipo sobre un posible decreto del Poder Ejecutivo, la semana pasada la Corte Suprema salió al cruce del Gobierno y emitió una acordada en la que reglamentó la forma de funcionar con tres jueces y con el auxilio de conjueces. La acordada fue firmada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, con la disidencia del juez Ricardo Lorenzetti, que planteó objeciones al mecanismo porque argumentó que puede aparejar nulidades y señaló que busca condicionar a Lijo y a García- Mansilla. La postura de Lorenzetti no resulta llamativa porque él fue el principal promotor de la candidatura de Lijo para la Corte y aspira a recuperar la presidencia del tribunal.

A modo de balance de año, Adorni aprovechó también la conferencia para remarcar los notables cambios evidenciados en el transcurso del año. “En diciembre se repetían preguntas sobre crisis económica y estallido social, en un año en que la inflación había cerrado en el 211%”, reflexionó Adorni sobre los primeros 365 días de gestión libertaria. Y enumeró: “Pasamos una inflación al 1.4% mensual; un riesgo país a menos de 700 puntos; un dólar a 1200 e incluso debajo; volvió la posibilidad de viajar al exterior pasamos del delirio de las calles tomadas, un logro impensado para tan poco tiempo de Gobierno; volvimos al crédito hipotecario, la gente volvió a cumplir el sueño de la casa propia; hay certeza en precios; los delincuentes se detienen; la pobreza empieza a ser una cuestión transitoria y no permanente”.

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