La relación que Ingrid Grudke describía como “de película” terminó en escándalo cuando se enteró de que su pareja, Martín Colantonio, le era infiel con Andrea, la esposa de su sobrino. Los rumores se confirmaron tras la filtración de mensajes comprometedores, y la modelo rompió el silencio, entre lágrimas, para narrar el dolor que sintió al descubrir la traición. “No puedo entender la doble traición”, expresó, destacando que ambos involucrados eran parte de su círculo íntimo.
En una entrevista para A la tarde, Grudke confesó que Colantonio aún intenta hablar con ella para explicarse, pero que su confianza quedó irremediablemente quebrada. “Confié y creí mucho en una persona. ¿Y cómo se hace?”, lamentó, al tiempo que cuestionó la falta de sinceridad, ya que había preguntado directamente por la relación y siempre le fue negada. Al revisar las pruebas, supo que ya no había vuelta atrás.
Aunque Martín calificó los mensajes con Andrea como un simple “pel***eo”, Ingrid aseguró que las evidencias eran claras. “Que diga lo que quiera, yo sé lo que vi”, afirmó con convicción. Relató que en una confrontación, al pedirle que abriera la última conversación con su sobrina, él se negó y respondió: “Si me pedís eso, andate”. La modelo resumió su decepción con una reflexión contundente: “El que nada oculta, nada teme”.
Grudke también habló de su creciente incomodidad con decisiones empresariales y cambios de actitud en su pareja desde finales de 2023. A pesar de haber compartido el 50 % de las acciones de la empresa, sintió que se invertía de manera cuestionable. Además, mencionó que Andrea era alguien en quien había depositado “toda su confianza”. En julio, una amiga le advirtió sobre los rumores en Posadas, y al enfrentarlos, la verdad se hizo evidente.
El impacto emocional fue devastador: “Mi salud se desmoronó”, confesó, revelando que llegó a la guardia con un ataque de angustia. En un encuentro final, Colantonio admitió una relación con otra mujer, pero siguió negando lo de Andrea. Al recordar la comunicación de su sobrina para pedirle hablar, Grudke fue categórica: “A mí se me estalló el alma”. Sin posibilidad de perdón, hoy no sabe si ambos siguen juntos, pero Andrea permanece en la empresa.