Sava falló, los jugadores no estuvieron a la altura: por eso Riestra goleó a Atlético

El entrenador falló en la lectura del partido y el "Blanquinegro" aprovechó cada una de las licencias que entregó el "Decano".

SIN EXPLICACIÓN. Sava falló en el planteo inicial y le sirvió en bandeja el partido a un Riestra que hace un culto de aprovechar las oportunidades. SIN EXPLICACIÓN. Sava falló en el planteo inicial y le sirvió en bandeja el partido a un Riestra que hace un culto de aprovechar las oportunidades. LA GACETA / Diego Aráoz

En un fútbol argentino tan parejo y en el que cada error cuesta carísimo, es inadmisible que Atlético le haya entregado tantas licencias a un Deportivo Riestra que hace casi un culto el arte de sacarle agua a las piedras.

El “Blanquinegro” edificó el meteórico ascenso de la última categoría de nuestro fútbol a la Liga Profesional en base a esfuerzo propio, pero también de saber aprovechar cada uno de los momentos que se le presentaron. Y ahora en el Monumental, le sacó el jugo a las desinteligencias de Facundo Sava y de sus pupilos, que le sirvieron en bandeja un triunfo que se transformó en goleada por los yerros del local y la astucia ofensiva de un visitante que cuando olió sangre le saltó al cuello al “Decano”.

Que Riestra plantea partidos bien físicos, cerrados, trabados en el medio, de mucha lucha y en el que intenta imponerse marcando la cancha yendo a cada pelota como si fuera la última, no es ninguna novedad.

La sorpresa de la noche fue que Sava decidió cambiar el esquema en una noche en la que nada salió como esperaba. Línea de tres en el fondo, un mediocampo livianito, “Pulga” Rodríguez parado como enlace, y Mateo Coronel y Ramiro Ruiz Rodríguez en el ataque (ninguno es un “9” de área). En tanto, Cristian Fabbiani apeló a su plan de poblar del medio hacia atrás y dejó las “torres” para aguantar y pivotear cada pelota que llegara arriba.

Para colmo, el “Decano” sólo recibió malas noticias en esta oportunidad: antes de los 15 minutos, Renzo Tesuri sufrió una lesión y debió dejar el campo.

Sava optó por el ingreso de Mateo Bajamich, y ese movimiento de fichas se sumó al mal planteo inicial para dejar a Atlético sin brújula en el campo. Así, Riestra fue creciendo en el juego con Pablo Monje y Mario Sanabria como directores de orquesta.

El terrible zapatazo de Nicolás Sansotre (le pegó como venía, de zurda, su pierna menos hábil), que se salvó en el arco de Tomás Durso terminó de poner de rodillas a Atlético.

Las malas decisiones en el campo, sumadas a la impaciencia que bajó desde las tribunas conformaron un cóctel explosivo, imposible de desactivar a esa altura.

Los cambios de Sava no alcanzaron para torcer la historia

Los cambios que Sava metió en el entretiempo parecían que podían ayudar a cambiar la historia. Con Damián Martínez por la banda y Guillermo Acosta intentando dar siempre un primer pase claro, el “Decano” arrinconó a Riestra en los primeros minutos del complemento. Aunque claro, la visita estaba jugando el juego que mejor sabe hacer.

Llegaron un par de desinteligencias defensivas y el 0-1 mutó en goleada; esa goleada que el hincha no se bancó.

Atlético, como varios equipos de la Liga Profesional, está en un proceso de formación. Y más en este tipo de situaciones, ir a lo seguro es lo más confiable. Algo que Sava no hizo y que su equipo pagó carísimo.

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