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EN FAMILIA. Buffo y su primo, Juan Martín Corroto Buffo, posan antes de saltar a escena. LA GACETA / Analía Jaramillo
Las Olimpiadas Intervillas son parte del ADN deportivo de Tafí del Valle. La competencia y los lazos familiares van de la mano, y si hay alguien que encarna ese espíritu es Alberto Buffo.
Con 52 años, lleva 35 ediciones siendo protagonista de los juegos representando a Tafí “A” en diferentes deportes. Pasó por el fútbol y por el pádel, pero su huella más fuerte la dejó en el vóley, deporte en el que su equipo marcó una época.
Competencia y familia, dos claves en las Intervillas
Durante varias temporadas, Tafí “A” fue el dominador absoluto de la disciplina, y gran parte de ese éxito se debe a una historia familiar. Los Buffo y los Corroto comparten lazos de sangre, pero no sólo eso. A esas dos familias también las une la pasión en la cancha: tíos, primos y hermanos de Alberto integraban ese equipo que se acostumbró a festejar en la tradicional fiesta deportiva tafinista. Su reinado parecía inquebrantable hasta que, en 2023, el invicto se rompió. Este año, la misión es recuperar la corona con un plantel renovado.
Alberto sigue en cancha junto a su primo Juan Martín Corroto Buffo, de 38 años, buscando devolverle a Tafí “A” su lugar en la cima. Su rol no se limita al juego: también es entrenador de uno de los equipos de vóley femenino, en el que transmite su experiencia a la nueva generación de jugadoras.
Para Alberto, las Intervillas son tradición, familia y pasión. Y claro, espíritu competitivo. “Mientras siga en actividad, Tafí “A” tiene que ganar”, lanzó entre risas. (Producción periodística: Sofía Lucena)
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