Si te digo que LA GACETA nos brinda casi todos los días un juego que mejora la memoria, alivia el estrés, desarrolla la creatividad y retrasa el deterioro cognitivo. Se podría decir que el “cuadro sator”, creado por los romanos, es el antecedente más antiguo. Más cercanos en la historia hubo diversas variantes de juegos que entrelazaban o combinaban palabras como los denominados “cuadrado mágico” de la Inglaterra de fines del siglo XVIII. Pero recién para 1913 podemos decir que surgen los crucigramas modernos. Arthur Wynne, un periodista inglés emigrado, lo inventó para publicarlo cada domingo en el periódico “New York World”, como desafío para sus ávidos lectores. Desde ese momento el juego comienza a ganar popularidad y se multiplican los periódicos que los publican. En 1924 se edita el primer libro de crucigramas, que se convierte en best-seller. A partir de 1925, con la “crucimanía” estadounidense el juego comienza a difundirse en todo el mundo y cientos de editoriales lo replican. Arthur Wynne murió en 1945 y podría haber sido uno de los hombres más ricos del mundo, pero nunca hizo el registro comercial del juego por lo que debemos considerarlo uno de los grandes benefactores de la humanidad.
Marcelo Daniel Castagno
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