

La intervención de la Policía y de un grupo de vecinos impidió que choferes de ubermotos lincharan a un joven que habría acosado a una compañera de trabajo. La Justicia ordenó que sea liberado porque sólo podría acusarlo de exhibicionismo.
El hecho sucedió el domingo, cuando el acusado pidió el servicio en pleno centro. Una joven respondió el llamado y trasladó hasta Inca Garcilaso y pasaje Díaz Vélez al pasajero. Según la denuncia que realizó la joven, en el trayecto se dio cuenta que el pasajero le acarició la espalda y la cintura.
Al llegar el destino, el pasajero habría comenzado a tocarse sus partes íntimas, por lo que la conductora de la moto decidió llamar a sus compañeros. Otros conductores de ubermotos se presentaron en el domicilio del pasajero para preguntarle si él había sido el autor de esa situación. Cuando el sospechoso dijo que sí, lo sacaron de su casa y comenzaron a agredirlo con patadas y golpes de puño. Los vecinos intervinieron y le sugirieron que lo llevaran a la seccional 4°. A los golpes llegaron a la dependencia policial, cuyo personal lo rescató de la furia de los motoqueros.
Posible multa
La fiscala Adriana Reinoso Cuello ordenó que estuviera demorado antes de definir qué haría con él. Con el correr de las horas, con la declaración de la víctima, confirmó que no se habría tratado de un caso de abuso, ni de acoso, sino de exhibiciones obscenas, que es excarcelable. Ordenó su libertad, pero seguirá vinculado a un proceso que terminaría con la aplicación de una multa. El denunciado, que tendría problemas mentales, esperaba el diagnóstico de los médicos de las lesiones que sufrió.