
La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) emitieron una alerta que encendió las alarmas: durante abril de 2025, un fenómeno climático extremo podría desencadenar una “inundación milenaria” en diversos territorios del país. El evento, provocado por una compleja interacción de factores meteorológicos, afectaría principalmente a los estados de Arkansas, Misuri, Tennessee, Illinois, Indiana y Kentucky.
Las precipitaciones proyectadas para ese período superarían por mucho los registros históricos. Se estima que, en solo cinco días, caería el equivalente a cuatro meses de lluvia, lo que podría convertir extensas regiones del centro de EE.UU. en zonas de desastre. Especialistas advirtieron que la magnitud del fenómeno podría tener consecuencias de largo plazo, no solo a nivel ambiental, sino también económico y social.
“Será un evento climático sin precedentes, que amenaza con desatar las peores inundaciones en mil años”, indicaron desde la NASA, subrayando el carácter inédito del fenómeno. Los expertos anticipan que dejará una “huella histórica” en los estados afectados y que representa una amenaza de escala nacional.
Según detallaron las agencias, el evento estaría alimentado por un “río atmosférico”: una corriente concentrada de vapor de agua que se desplaza desde los trópicos hacia el continente norteamericano. Al interactuar con otros sistemas meteorológicos, ese caudal invisible en el cielo podría descargar cantidades extraordinarias de agua en el corazón del país.
A la par de los pronósticos meteorológicos, las autoridades estatales ya comenzaron a delinear protocolos de evacuación, reforzar infraestructuras críticas y preparar centros de emergencia. En ciudades como Little Rock (Arkansas), Louisville (Kentucky) y St. Louis (Misuri), se multiplican los simulacros y las campañas de concientización ciudadana.
El evento, además, reaviva el debate sobre el impacto del cambio climático y la necesidad urgente de medidas de adaptación. “Lo que antes ocurría cada mil años, ahora puede volverse más frecuente. No se trata de una anomalía: es una advertencia sobre el futuro que estamos enfrentando”, sostuvo un portavoz de la NOAA.
Con una combinación peligrosa de humedad tropical, suelos saturados y sistemas tormentosos estacionarios, abril se perfila como un mes decisivo en la historia climática de Estados Unidos. El país, mientras tanto, se prepara para lo que muchos ya describen como una tormenta perfecta.