Una persona en silla de ruedas recibe ayuda de otros para cruzar en medio de una gran tormenta de polvo en la ciudad de Basora, al sur de Irak. Foto: AFP/The Express Tribune
3700 personas debieron ser hospitalizadas en Irak debido a una espesa nube de polvo anaranjada que arrasó con todo el centro y sur del país. Los hospitales se colmaron de pacientes con dificultad para respirar debido a la intensa tormenta de arena del lunes pasado.
La fuerte tormenta de arena en Irak causó estragos en las distintas provincias del país de Oriente Próximo. Según indicaron desde The Express Tribune, la visibilidad se redujo al menos un kilómetro mientras un polvo anaranjado cubría el cielo.
Miles de afectados por la intensa tormenta de arena en Irak
El Ministerio de Salud de la Nación indicó que al menos 3700 personas debieron ingresar a los hospitales por dificultades respiratorias. El portavoz del ministerio, Saif al-Badr, informó a la agencia estatal de noticias INA que 3.747 personas fueron ingresadas en hospitales de Bagdad y otras provincias. Bagdad registró al menos 1.014 casos, mientras que la provincia sureña de Al-Muthanna reportó 874.
"La mayoría de los pacientes fueron tratados por inhalación de polvo y dificultad respiratoria", indicó. Según señalaron desde el Ministerio, gran parte de los afectados ya recibió el alta y no se registraron víctimas mortales. «No hemos tenido problemas para suministrar medicamentos, suministros médicos ni oxígeno», afirmó Badr.
A su vez, los vuelos en los aeropuertos de Basora y Najaf fueron suspendidos hasta que mejoren las condiciones, confirmaron las autoridades.
Tormentas cada vez más intensas y un país vulnerable
Las tormentas de arena son algo habitual en Irak, pero el Ministerio de Medio Ambiente ha advertido de un número creciente de "días de polvo" en los próximos años debido a la desertificación y el cambio climático.
En 2022, una tormenta de intensidad similar dejó un muerto y más de 5.000 hospitalizados. Los expertos afirman que el empeoramiento de los fenómenos meteorológicos supone un desafío creciente para la salud pública y las infraestructuras de la región.
Las Naciones Unidas clasifican a Irak como el quinto país más vulnerable al cambio climático.






















