El tiempo es la más preciada de nuestras posesiones. No podemos controlarlo, disponer de él a nuestro antojo, modificarlo ni pausarlo. Por eso se volvió popular la regla 8+8+8. Se plantea como un método para lograr el equilibrio entre todas las actividades que tienen lugar en nuestra vida.
Si estás dedicándole demasiado tiempo al trabajo, al ocio, al sueño o reconocés una actividad que consume gran parte de tu día, esta regla te servirá. Invita a dividir el día en tres partes iguales. De allí toma su nombre 8+8+8, porque cada bloque quedará dividido exactamente en ocho horas.
Cómo equilibrar tu vida con la regla 8+8+8
Este método propone dedicar tu ciclo diario a tres diferentes grupos de actividades. En primer lugar, tendrás ocho horas para descansar. Es importante dedicar las suficientes horas de sueño por día, porque de esto dependerán las energías que tengamos durante el resto de la jornada. Además, no dormir lo suficiente puede acarrear problemas de salud.
En segundo lugar, se dedicarán ocho horas al trabajo intenso. De este modo, estarás propiciando un espacio para tu sostén, crecimiento y desarrollo. El indicador de ocho horas diarias de trabajo sirve para demarcar límites y evitar que lo laboral invada partes –o momentos, mejor dicho– de tu vida que no están destinadas a ello. El ritmo de la vida diaria puede llevarte a destinar más de lo que necesitas a trabajar.
Por último, el tercer bloque de ocho horas es llamado 3F, 3H, 3S. Se compone de una serie de tópicos en el que podrás desarrollar actividades relacionadas. Todas ellas están destinadas al fortalecimiento personal e íntimo.
- Las 3F son familia, fitness y fe: las bases para tu felicidad implican pasar tiempo de calidad en familia, ejercitarte para tener una buena salud y analizar tu espiritualidad
- Las 3H son habilidades, higiene y hábitos: se trata de la parte de este método que te invita a cuidarte. Incluye las visitas a médicos que son necesarias para mantener un buen estado físico y mental.
- Las 3S son superación, servicio y sonrisas: habla de desarrollar tus capacidades, ofrecer tu tiempo a los demás y de disfrutar de cada paso que das.
En definitiva, la regla 8+8+8 busca ayudar a promover un equilibrio saludable entre vida laboral y personal, mejorando tu productividad y bienestar general.






















