La jugada secreta de Ariel Martos que le permite a San Martín volver a mirar a todos desde arriba

Con el regreso a la titularidad de Hachen y buen nivel de Cuevas, el "Santo" venció a Ferro 2-0, mostró fluidez y alcanzó nuevamente la cima.

MOVEDIZO. Juan Cuevas fue clave para la generación de juego en Caballito. MOVEDIZO. Juan Cuevas fue clave para la generación de juego en Caballito. Foto de Matías Napoli Escalero/Especial para LA GACETA.

Como esos técnicos que, en la previa de una final, esconden el pizarrón y bajan las persianas del vestuario para no darle pistas al rival, Ariel Martos eligió mantener bajo siete llaves la formación titular que se enfrentaría a Ferro en Caballito. Durante la semana, las especulaciones giraban en torno a nombres puntuales, sobre todo en ofensiva. Pero fue justamente esa incógnita —que parecía una estrategia de distracción— la que terminó siendo clave para liberar a un equipo que llegaba golpeado tras dos partidos sin victorias.

La incertidumbre se transformó en sorpresa para el rival y en energía para un San Martín que, otra vez, salió a comerse la cancha. El regreso de Gabriel Hachen a la titularidad marcó un punto de inflexión. El volante, que venía de cumplir con las tres fechas de suspensión, aportó orden y claridad en la mitad del campo. Pero no fue sólo su presencia lo que se notó, sino su influencia: le devolvió al equipo la pausa y el pase filtrado, lo que permitió generar superioridades tanto por el centro como por las bandas. La sociedad que construyó con Juan Cuevas le dio vuelo al mediocampo, al punto de que los extremos y los laterales encontraron libertad para moverse con naturalidad.

Esa fluidez ofensiva volvió a potenciarse con otro retorno esperado: el de Franco García. En los entrenamientos previos, Martos había probado variantes sin encontrar la fórmula ideal. La vuelta del extremo le permitió rearmar el tridente ofensivo que había brillado en la primera rueda: García, Martín Pino y Juan Cruz Esquivel. De esa manera, la respuesta no tardó en llegar.

Esquivel fue la gran figura de la tarde. Como si jugar fuera de La Ciudadela le quitara presión y le abriera los caminos, el delantero santafesino volvió a destacarse lejos de Tucumán. Como en Mar del Plata, firmó un doblete. El primero fue producto de un centro de “Wachi” García que el arquero Rafael Ferrario no logró despejar bien y él aprovechó con categoría. El segundo fue un verdadero golazo: aceleración por izquierda, cambio de ritmo al entrar al área y definición cruzada al segundo palo. Su festejo, con los puños apretados y mirando al banco, tuvo mucho de desahogo.

Además del regreso del gol, San Martín recuperó algo que venía perdiendo fecha tras fecha: la conexión entre defensa y mediocampo. En ese sentido, Federico Murillo fue uno de los puntos más altos. Firme en la marca, prolijo en la entrega y decidido para pasar al ataque. Por la otra banda, Hernán Zuliani volvió a mostrar seguridad por la derecha y se proyectó con decisión. Ferro, en contraste, mostró pocas ideas y escasa reacción ante cada embate del “Santo”.

El único trago amargo llegó con la salida de Matías García, que sintió un dolor en la rodilla derecha y pidió el cambio. Su lugar lo ocupó Leonardo Monje, que no sumaba minutos desde la temporada pasada. Si bien le costó entrar en ritmo, su ingreso fue importante para que el equipo pudiera cerrar el partido con orden.

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Cambios que potenciaron

En una tarde que terminó siendo redonda por donde se la mire —victoria propia y caída de Atlanta—, Martos volvió a acertar con los cambios. El ingreso de Alan Cisnero fue vital para sostener la posesión en los minutos finales: aguantó la pelota, generó faltas y supo leer el contexto. Juan Orellana, por su parte, casi grita el tercero con un cabezazo que obligó a una gran atajada de Ferrario. El debut de Nicolás Castro también dejó buenas sensaciones: se mostró muy activo, con movilidad y compromiso para retroceder.

Lo más valioso, sin embargo, fue que San Martín no se conformó con el 1-0. El equipo respondió con carácter y terminó cerrando el partido con autoridad.

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