01 Julio 2025
CANVA
Con la llegada del calor intenso en buena parte de España, cada vez más personas buscan alternativas económicas y efectivas al aire acondicionado para mantener sus hogares frescos. En este contexto, un truco casero que ha ganado popularidad en Alemania se ha vuelto viral en redes sociales, por su sencillez, bajo coste y sorprendente eficacia. ¿La clave? Una simple botella de agua congelada.
Este método, que se ha replicado en numerosos vídeos de TikTok y otras plataformas, no requiere de dispositivos sofisticados ni de instalaciones especiales. Solo hace falta una botella de plástico de 1,5 o 2 litros, un congelador y un ventilador.
¿Cómo funciona el truco?
El proceso es muy sencillo:
- Llenar la botella con agua, dejando algo de espacio en la parte superior (ya que el agua se expande al congelarse).
- Colocar la botella en el congelador durante varias horas, hasta que el contenido esté completamente congelado.
- Poner la botella congelada frente a un ventilador, de modo que el aire pase por el hielo antes de circular por la habitación. El resultado: un flujo de aire notablemente más fresco.
Mejor aún con algunos ajustes
Este truco puede ser aún más eficaz si se aplican ciertas recomendaciones:
- Colocar la botella en un punto elevado: el aire frío es más denso que el caliente, por lo que tiende a descender. De esta manera, el frescor se irá distribuyendo de forma más eficiente.
- Utilizar varias botellas en estancias grandes o especialmente calurosas.
- Situar las botellas cerca de ventanas o zonas de incidencia solar, para contrarrestar el calentamiento natural de esas áreas.
- Usar bandejas o recipientes debajo de las botellas para recoger el agua de la condensación.
- Cerrar persianas o cortinas durante el día para evitar la entrada del calor, y abrirlas por la noche para ventilar y renovar el aire.
- Complementar con paños húmedos o plantas, que también contribuyen a bajar la temperatura ambiental.
Una explicación física muy simple
El éxito de este sistema se basa en un principio físico básico: cuando el hielo se derrite, absorbe calor del entorno, lo que reduce la temperatura del aire que lo rodea. Así, se genera una sensación térmica más baja en la estancia. Es, en esencia, un sistema de enfriamiento casero que imita el funcionamiento de un aire acondicionado, pero sin consumo eléctrico elevado.
Alternativas de otras culturas
Este truco alemán se suma a otras prácticas ingeniosas para combatir el calor sin aire acondicionado. Por ejemplo, el truco japonés para enfriar el coche en 30 segundos sin encender el aire también ha causado sensación este verano, demostrando que a veces la solución más efectiva puede ser la más simple.
En tiempos de preocupación por el consumo energético y el impacto climático, métodos como este no solo son bienvenidos, sino que ofrecen una manera sostenible y asequible de mantener el confort en el hogar.
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