CONTRA LAS POLÍTICAS LIBERALES. Jaldo endureció las críticas en los últimos discursos que brindó, especialmente, en las recorridas por el interior.
Tucumán se mantiene como uno de los distritos “dialoguistas” dentro del mapa de las provincias del PJ. Pero, más allá de los puentes tendidos con la Casa Rosada, hubo un endurecimiento en el discurso del gobernador Osvaldo Jaldo hacia la gestión libertaria de Javier Milei. Y la nueva tónica, según coinciden especialistas, se explica esencialmente por las elecciones de medio término del 26 de octubre.
“Si el León quiere venir a Tucumán, ya tenemos lista la tijera para cortarle la peluca”, lanzó el jefe del Poder Ejecutivo este jueves por la noche, durante un acto en Concepción. En la semana, el tranqueño había redoblado los reclamos por la falta de fondos federales para obras de infraestructura y servicios básicos a cargo del Estado. Todo esto, en medio de la convocatoria al PJ para enfrentar a los libertarios con una lista de unidad, bajo el sello del frente “Tucumán Primero”. “Mientras algunos recortan, paralizan y ajustan desde los escritorios, nosotros seguimos gestionando con equilibrio, sin dejar de llegar a cada rincón con obras, programas y presencia del Estado. Porque acá los recursos vuelven a la gente, no a los mercados”, expresó el mandatario.
A dos meses y tres semanas de la votación que renovará cuatro de las nueve bancas a diputado nacional por esta provincia, los armados comienzan a definir sus alianzas y sus nóminas.
En el PJ, el interrogante se mantiene no sólo respecto a las postulaciones -¿estará el propio Jaldo en el debut de la Boleta Única Papel?-, sino también respecto a los acuerdos internos para enfrentar a una oposición que sigue fragmentada en Tucumán, aunque con el antecedente del triunfo de La Libertad Avanza en las presidenciales de 2023.
Tras el acercamiento entre Jaldo y el senador Juan Manzur, sólo resta que se confirme si los referentes del frente “Fuerza Patria”, que propone la candidatura de Javier Noguera, estarán dentro del armado oficialista.
En paralelo a la situación interna del PJ, hubo señales en clave electoral “hacia afuera”. Por un lado, el tranqueño protagonizó encendidos discursos en estos días contra la Casa Rosada, pese a haber formado parte desde un principio del grupo de gobernadores dialoguistas (incluso, apoyando iniciativas clave para Milei con el bloque Independencia, en Diputados). A esas declaraciones, Jaldo sumó gestos institucionales que lo ubicaron en la vereda de enfrente de los libertarios. Algunos ejemplos: la “Cumbre del Bioetanol”, que protagonizó junto a dos pares de la región; y la iniciativa promovida junto a los gobernadores de todo el país para reformular el sistema de distribución de los Aportes del Tesoro de la Nación (ATN), entre otros recursos federales.
A pesar de las mutuas diferencias Milei también cargó contra los gobernadores por sus propuestas-, no hubo un quiebre entre la Casa de Gobierno y la Rosada. Pero en sus declaraciones de esta semana, Jaldo marcó distancias con la libertaria.
Por ejemplo, destacó que la Provincia se hizo cargo de retomar proyectos de obras públicas suspendidos por la gestión de Milei, como el barrio Procrear II y el acceso a Juan Bautista Alberdi. “La relación con la Nación institucionalmente es buena, respetándose cada uno sus roles, sus jurisdicciones y ellos tienen que saber que nosotros vamos a seguir logrando de que a Tucumán venga lo que a Tucumán le corresponde por ley. Nosotros no le estamos pidiendo que nos den algo extra presupuestario”, afirmó el tranqueño en otro de sus comentarios a la prensa, en alusión al reclamo de las provincias.
¿Por qué Jaldo cuestiona las políticas libertarias? ¿Puede esto afectar la relación con la Nación? ¿Se mantendrán las tensiones hasta 2027? Según coinciden tres expertos, un dato clave es el proceso electoral en marcha para la renovación parcial del Congreso. La politóloga Alexandra Morales, máster en Marketing Político y Comunicación, explicó que “estamos en medio de una campaña en donde necesitan marcar las distancias” ante el electorado. “Son adversarios”, recordó Morales. “Jaldo tiene el desafío de encontrar una narrativa que le permita reforzar su principal activo, que es el tucumanismo, algo mucho más amplio que el peronismo, porque lo incluye, pero también lo excede”, analizó el politólogo Luis Karamaneff, doctor en Ciencia Política. Gabriel Garat advirtió que, “en época de elecciones, cambian los lenguajes”. “Entienden cuál es el juego”, resumió el licenciado en Ciencia Política.
El desafío de las tensiones
“Mucha gente que lo vota a Milei también lo vota a Jaldo”
El politólogo Luis Karamaneff señaló que el endurecimiento en el discurso de Osvaldo Jaldo hacia la gestión de Javier Milei se enmarca en un contexto signado por las elecciones del 26 de octubre, que definirán la renovación parcial del Congreso. El tranqueño, según el doctor en Ciencia Política, apunta a una narrativa que le permita reforzar el “tucumanismo”, que es “su principal activo”. “Estos provincialismos son discursos históricos, que se fueron exacerbando en los últimos años, pero vienen de larga data”, profundizó. Explicó que tampoco es un fenómeno exclusivo de Tucumán, sino que está presente en “todas las provincias que buscan reforzar la identidad en contra de lo central, del puerto de Buenos Aires”. “Es la idea de un enemigo que adquiere diferentes formas, pero que está allí como un elemento aglutinador de lo local, y que se refuerza mucho más en tiempos de elecciones”, apuntó. ¿Pueden estos contrapuntos afectar la relación entre Jaldo y Milei? Karamaneff advirtió que “no necesariamente”, siempre que el fuego cruzado se mantenga dentro de “las tensiones clásicas de esta dinámica”. “Sí me parece interesante, y creo que va a ser un desafío para Jaldo, es cómo equilibra las tensiones; en especial, si Javier Noguera es candidato”, agregó. Recordó que el surgimiento de la figura electoral del líder de La Libertad Avanza se dio en las provincias, no en Buenos Aires. “Ahí es donde Milei arrasó”, recordó el politólogo. Y marcó que “mucha gente que lo vota a Milei también lo vota a Jaldo”. “Ahí se superponen. Y tendrá un desafío con esa inclusión del kirchnerismo”, añadió.
¿Se sostendrán las distancias entre Tucumán y la Nación hasta 2027? “Va a depender del resultado de las elecciones y de la lectura que se haga sobre cómo le fue al Gobierno nacional. Porque esta es una relación de conveniencia de conveniencia mutua. Aunque le vaya muy bien a Milei y arrase en las elecciones, no le va a alcanzar con la cantidad de diputados y senadores que tiene para pasar las reformas estructurales que necesita. Y ahí va a necesitar a Jaldo. Y el Gobierno de la Provincia siempre va a necesitar de recursos, porque no es una provincia completamente autónoma; prácticamente ninguna lo es”, explicó el doctor en Ciencia Política.
Entre el relato y la narrativa
“Una campaña donde necesitan marcar los contrastes”
Según Alexandra Morales, para entender la estrategia discursiva del gobernador se debe tener en cuenta el antecedente del apoyo a determinadas decisiones de Javier Milei. “Eso tiene que ver con que siempre Osvaldo Jaldo marcó su alternativa dentro de la defensa de los intereses de los tucumanos. Sus decisiones se justificaban en ese marco, entendiendo que el país necesitaba un cambio y la gobernabilidad para salir adelante. Hoy, dentro de esa premisa -la defensa de los tucumanos-, se pone como antagonista del Gobierno nacional. Esto responde a que estamos ante una campaña donde necesitan marcar las distancias, los contrastes”, agregó.
La politóloga aclaró que, más allá de estas diferencias, Jaldo “no está peleando con Milei”. “Va a mantener los canales institucionales. Sí vamos a ver esta escalada retórica, en donde habrá mensajes entre unos y otros”, añadió.Otro punto, agregó, es la intención de Jaldo de conectar con “los puntos de demanda” de la ciudadanía: desempleo, situación económica, falta de obras, etcétera. “Es todo lo que termina repercutiendo en la vida cotidiana; en comunicación política solemos hablar mucho del metro cuadrado de la ciudadanía”, añadió. Y según Morales, el conductor del PJ tucumano, además de hablar “a la provincia” en general, debe dirigirse “a su propio votante, a su propio territorio”. “Entonces vamos a ver que refuerza esas banderas muy simbólicas del peronismo: la equidad, la justicia social”, añadió.
Como otro elemento importante, la politóloga diferenció “relato político” de “narrativa política”. “El primero se sostiene a largo plazo, se va construyendo y consolidando con valores. El relato sobre el cual se consolida Jaldo tiene que ver con esa defensa de los tucumanos. Y la narrativa política, que es más temporal y suele verse en las campañas, es la manera en la que se representan las políticas que se pretende llevar adelante, las ideas, todo encuadrado dentro del relato. Lo que estamos viendo ahora es esa flexibilidad dentro de la narrativa, y cómo Jaldo hoy pasa de ser aquel gobernador más pragmático, que acompaña a la Nación, más dialoguista, a ser aquel líder provincial que pone a los tucumanos como lo primordial, y se enfrenta y sale a cuestionar al Gobierno nacional”, expresó.
Asociado a la motosierra
“Son actores que entienden cuál es el juego”
“Todo lo que Osvaldo Jaldo ha trabajado para parecerse a Javier Milei, cuando Javier Milei tenía todos los flashes encima y estaba todo bien, ahora lo tiene que hacer para diferenciarse. Porque, ¿para qué voy a votar a un candidato que se parece a Milei si le puedo votar a Milei? Entonces, allí es donde tiene que empezar a marcar esas diferencias”, sintetizó el licenciado en Ciencia Política, Gabriel Garat, respecto a la estrategia discursiva del conductor del PJ tucumano.
El politólogo consideró que el líder de La Libertad Avanza logró no sólo instalar un discurso de ajuste en el Estado y de eliminación de los “ñoquis”, sino que consiguió que esos factores sean asociados a su figura. “No es que en Tucumán la gente diga: Jaldo es el de la motosierra, el que está acabando con los políticos. Porque Jaldo es un político, y no lo digo en el sentido despectivo”, añadió Garat.
Más allá de los mensajes críticos y de las tensiones, el politólogo puso el foco sobre “algunos gestos” que brinda la política. A modo de ejemplo, mencionó la reunión de los gobernadores en el Consejo Federal de Inversiones (CFI). “Algunos minutos antes de firmar la solicitada, estaban reunidos con Guillermo Francos (jefe de Gabinete) y con Lisandro Catalán (vicejefe de Gabinete de Interior). Y ellos se levantan de la mesa para que los gobernadores puedan firmar esa solicitada. Son actores que entienden cuál es el juego, y saben que en época de elecciones cambian los lenguajes, cambian los comportamientos”, expresó Garat. Y consideró que el endurecimiento en los discursos se encuadra “dentro de esa lucha”. Además, diferenció las formas en la batalla dialéctica. “Los estilos no son con la violencia y el lenguaje directo con los que Milei sí se diferencia de los gobernadores, quienes de todos modos entienden cuál es el juego del Presidente, lo compartan o no”, planteó. Y consideró que, mientras se mantengan esa tónica, las peleas no derivarán en una “ofensa personal”. “Saben que se necesitan mutuamente. Tucumán, por ejemplo, siguió recibiendo recursos mediante ATN. Entonces, esa relación no está rota”, dijo. Y puso el foco en lo que sucederá tras las elecciones, ya que, según anticipó, el mapa político tendrá una reconfiguración, con mayor presencia de La Libertad Avanza en el Congreso.


















