La textil Santista advierte sobre suspensiones en Tucumán por el aumento de las importaciones

"Es probable que disminuyan la producción si no se modifica la política aperturista del Gobierno nacional", dijo la Provincia.

CRISIS. Santista es una empresa textil con planta en Famaillá. CRISIS. Santista es una empresa textil con planta en Famaillá.

Un escenario complejo es el que pintaron hoy los ejecutivos de Santista Argentina al Poder Ejecutivo Provincial. Los empresarios textiles señalaron que la política nacional de importación de productos ha sido un golpe certero para la actividad y que, más temprano que tarde, los obligará a suspender turnos por falta de producción.

El encargado de escuchar los planteos fue el ministro de Economía, Daniel Abad, que, en compañía del secretario de Producción, Eduardo Castro, recibieron en Casa de Gobierno a los directivos nacionales de la firma instalada en Famaillá. Los funcionarios provinciales reconocieron los inconvenientes que implica la política económica nacionales, pero les pidieron q no tomen medidas drásticas, que ahonden la crisis del sector. “Es  probable que disminuyan la producción si no se modifica la política aperturista del Gobierno nacional”, señaló a LA GACETA el ministro de Economía de la provincia. La suspensión de personal es una alternativa, aunque los empresarios quedaron en informarle al Gobierno si se toman decisiones en tal sentido.

Con casi 900 empleados, Santista Argentina opera en el país desde hace casi 100 años, tanto en su planta ubicada en Famaillá como en sus instalaciones en Buenos Aires. La compañía nació como Grandes Fábricas Argentinas (más conocida como Grafa), dedicada a la producción de tejidos de algodón y de mezcla de algodón con fibras sintéticas. En sus comienzos la planta industrial estuvo emplazada en Villa Pueyrredón de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ocupaba 10 manzanas. En ese lugar funcionó hasta 1993. En la actualidad produce y vende denim y kolor (gabardina), además de elaborar y comercializar telas para ropa de trabajo (workwear).

Uno de los inconvenientes que ahonda la crisis del sector pasa por los costos de producción. Así, por ejemplo, en el encuentro de hoy se mencionó como caso que un jean elaborado en la Argentina cuesta en promedio U$S 3,60, mientras que en Brasil  ese valor de producción baja a los U$S 2,50, mientras que en Pakistán, cuesta U$S 1,50, tomando en cuenta que en esa zona los salarios no son gravitantes en el precio final del producto.

El resto de las textiles radicadas en la provincia también han exteriorizado sus quejas respecto de lo difícil que les resulta competir en el mercado y sostenerse como actividad.

La Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina ha manifestado su inquietud por la caída del nivel de actividad económica, a la vez que ha solicitado a la gestión del presidente Javier Milei que propicie políticas que alienten el crédito para capital de trabajo.

Los ejecutivos de la UIA señalaron que "las tasas de interés deberían estabilizarse en un nivel razonable para la capacidad de las empresas", y destacaron "la necesidad de crédito para sostener el capital de trabajo, en particular en las PyME industriales, en un contexto de presión sobre los costos".

El Centro de Estudios de la entidad informó que la industria promedió una caída de 1.500 empleos por mes en el último trimestre, según datos oficiales, con una caída acumulada de 37.000 empleos desde agosto de 2023, tal como lo había anticipado el titular de la UIA Martín Rappallini. "La heterogénea recuperación iniciada el año pasado está mostrando cierto amesetamiento en los últimos cinco meses", señalaron desde la UIA.

En una reciente entrevista concedida a LA GACETA, el ministro de Economía de la provincia indicó que Tucumán no se siente contenida en el modelo económico nacional. “En nuestro caso, la apertura económica que impulsa la Nación y el enfriamiento de la actividad nos golpea mucho por el lado del consumo”, fundamentó.

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