"Vamos a ver si pateo de nuevo": Sand reveló por qué tomó la decisión de ejecutar el penal con San Martín
El mediodía había quedado atrás y el sol caía oblicuo sobre el complejo Natalio Mirkin cuando un Mini Cooper se detuvo en el playón. De él bajó Darío Sand, termo en mano y mate bajo el brazo, acompañado por su hijo y por Franco Quiroz. No hacían falta palabras: su sonrisa lo decía todo. Algunos entrenadores de las divisiones formativas, sorprendidos al verlo llegar como uno más, se acercaron para felicitarlo. Uno de ellos, con un tono solemne, le susurró: “entraste a la historia grande del club”. Sand bajó la mirada, devolvió una tímida sonrisa y agradeció en silencio.
Todavía resonaba el eco de la noche anterior, cuando el arquero había cruzado todo el campo para transformarse en ejecutor desde los doce pasos. El guardián de los palos se convirtió en héroe inesperado al marcar el segundo gol frente a Deportivo Maipú. Una escena que ya quedó grabada en el álbum más emotivo de San Martín.
Con la calma del día después, Sand intentó poner en palabras lo que había vivido. “Estoy feliz. Fue una noche hermosa para todos. La pasamos muy bien. Nos fuimos muy contentos, era lo que necesitábamos, un desahogo grande. Ojalá podamos seguir así”, confesó Sand en diálogo con LA GACETA, todavía con la voz vibrando como en la cancha.
El teléfono fue testigo de la repercusión. Entre tantos mensajes, hubo uno que lo tocó especialmente: el de su hermano José, histórico goleador de Lanús. “Hablamos con él. Comentamos lo que sentí antes de patear y después me tiró un par de consejos. Feliz, ¿no?”, contó el capitán del “Santo”, que también recordó aquellas tardes en las formativas de River, cuando de adolescentes practicaban penales juntos, alternando los roles. “No son sensaciones iguales. Cuando me toca atajar, también estoy nervioso. Trato de respirar, concentrarme, mirar al pateador. Ayer fue lo mismo, había que esperar a que todo se acomode y eso es bravo, pero la experiencia ayuda. Ya sabía a dónde iba a patear, estaba convencido”, aseguró el “1”.
En las horas posteriores, incluso entre los hinchas, se había especulado con que Sand tomó la decisión de ejecutar el penal para quitarles presión a Juan Cuevas y a Martín Pino, quienes habían tenido esa responsabilidad en otros partidos. No obstante, el arquero despejó cualquier duda.
“Veníamos practicando. Después de los entrenamientos me quedo con Juan, con Martín y con ‘Wachi’ (Franco García) pateando. Estaba con confianza y se dio así. Igual, nuestro goleador es Martín, lo sentimos así, él hace un esfuerzo enorme por el equipo. Cuando él se lo cedió a Juan, yo se lo pedí. Siempre pienso que el nueve tiene que hacer goles y agarrar confianza, pero ayer me tocó a mí”, explicó.
La reacción fue inmediata: suplentes, titulares, cuerpo técnico y hasta los que no habían sido convocados corrieron a abrazarlo, mientras la tribuna lo ovacionaba. “Fue algo muy hermoso. Te corre una adrenalina por dentro difícil de describir. Lo más lindo fue que todos se acercaron. Veníamos de una semana difícil y fue un desahogo. Me puso muy contento también lo de Hernán (Zuliani), porque no le había tocado jugar, pero se entrenó muy bien y respondió. Eso habla de él y de lo que es este grupo”, destacó.
La hinchada, que tantas veces lo había alentado por sus atajadas, lo vio esa noche convertirse en goleador. El grito fue ensordecedor, cargado de sorpresa y emoción.
El contexto no era sencillo. La semana había sido especialmente complicada: varios jugadores fueron blanco de críticas en redes sociales y se habló de un plantel golpeado en lo anímico. En ese sentido, Sand lo reconoció sin rodeos. “Hoy hay mucha exposición en redes sociales. Si uno no está fuerte de la cabeza, es complicado. Por eso lo de Zuliani fue muy meritorio. Nunca una mala cara, siempre para adelante. Ahora le tocó entrar y ayudó muchísimo con temple. También feliz por Mariano (Campodónico), porque era su primera victoria de local. Muchas sensaciones encontradas”, dijo Sand con convicción.
“Lo que se viene son todas finales. Puntos muy importantes y vamos a tratar de ir a ganar. Esto nos puede dar confianza”, afirmó con la mirada puesta en All Boys.
La confesión de Sand sobre si volvería a patear otro penal
En tanto que al ser consultado sobre si volvería a ejecutar un penal, respondió entre risas. “Vamos a ver. Voy a seguir practicando, como siempre, y veremos en el momento”.
Claro; las bromas internas tampoco faltaron. “Hubo alegría y cargadas, pero lo importante fue la felicidad. Eso me llenó de orgullo”, cerró con una sonrisa amplia, la misma que lo acompañó en el complejo, cuando entendió que aquella noche ya había quedado marcada a fuego en los hinchas de San Martín.




















