La violencia volvió a sacudir Avellaneda después de los incidentes en el Libertadores de América. Hinchas de la Universidad de Chile que habían sido detenidos recuperaron la libertad y desataron una nueva ola de agresiones.
Al salir de la comisaría se agruparon en distintos puntos de la ciudad, rompieron móviles de televisión y protestaron contra la policía porque aseguraban que no les devolvieron pertenencias.
La situación se trasladó a las calles del sur del conurbano, donde agredieron a hinchas de Independiente identificados con la camiseta roja. La tensión creció y los vecinos quedaron en medio de la violencia.
Independiente activó un protocolo de seguridad para custodiar el colegio que funciona en sus instalaciones. La prioridad fue proteger a los alumnos y evitar que el conflicto interrumpiera las clases.
Los disturbios llegaron hasta un complejo de tenis cercano al estadio, donde los simpatizantes chilenos protagonizaron destrozos que obligaron a cerrar las instalaciones.
â¡ï¸Ahora los hinchas de la U que están en la comisarÃa atacan a los medios que están en la calle. Está historia todavÃa no terminó. pic.twitter.com/qDK9nJQBmd
— ðï¸AGUSTÃN ALDAZ (@agusaldazz) August 22, 2025
Escalada de violencia
La liberación de los detenidos no calmó los ánimos. Por el contrario, la violencia se intensificó y obligó a reforzar la seguridad en toda la zona.























