Narcotráfico y contrabando: en el Operativo Lapacho se realiza un control casi artesanal para revisar los camiones

PRUEBA. La mercadería encontrada en un camión. PRUEBA. La mercadería encontrada en un camión.

“El problema no es el trabajo, sino que se pierde mucho tiempo y eso impide que se haga un control mucho más efectivo”, aseguró el comisario Fabio Ferreyra, jefe del Operativo Lapacho. “Dependemos del olfato de nuestros hombres o de los perros especializados. No es broma, un bulto que lleva una importante cantidad de flores de marihuana o de varios kilos de hojas de coca son fácilmente perceptibles”, añadió en una entrevista con LA GACETA.

El mecanismo de control de los camiones es prácticamente artesanal. Detienen uno de estos vehículos y les piden a sus conductores que abran las compuertas. Si logran percibir algún aroma particular o encuentran bultos sospechosos, comienzan a analizar toda la carga. Para hacerlo, deben descargar toda la carga. De ahí se secuestran los paquetes observados y, los que no tienen inconvenientes, vuelven a ser cargados.

1- Por kilos. 3- Por unidades. 3- Se trata de cartones que tienen 10 paquetes de cigarrillos cada uno. 1- Por kilos. 3- Por unidades. 3- Se trata de cartones que tienen 10 paquetes de cigarrillos cada uno.

Si en uno de los paquetes se encuentra droga, con uno de los escáneres móviles que tiene la fuerza, se revisan todas las encomiendas que se trasladan en el camión. “El trabajo es arduo y lento, pero es lo que debemos hacer”, sintetizó Ferreyra.

Según las estadísticas de la Policía, en lo que va del año se decomisaron 10.374 kilos del vegetal, de los cuales, más de 4.400 eran trasladados en encomiendas. El listado de destinos está integrado por Tucumán, Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, San Juan, entre otros. En lo que se refiere a mercadería ingresada ilegalmente al país, el 30% de los bultos fueron encontrados en los camiones de empresas de transportes.

Motos

El comisario Ferreyra destacó que por controlar los camiones que llevan este tipo de mercadería, sus hombres descubrieron otra modalidad delictiva. “Establecieron que se robaban motos de alta gama en Buenos Aires, las desarmaban y las motopartes las enviaban en encomiendas a destinatarios de Salta y Jujuy. Sospechamos que la podrían enviar a Bolivia para venderlas o, directamente, cambiarla por droga”, aseguró el funcionario policial.

Fuentes del Ministerio de Seguridad informaron que los casos fueron denunciados en el Ministerio Público Fiscal, a las oficinas judiciales de Buenos Aires y hasta en la Justicia Federal para que iniciaran una investigación. “Hasta lo que sabemos se hicieron las presentaciones correspondientes en las jurisdicciones donde se concretaron los ilícitos, pero no conocemos cuáles fueron los resultados”, agregó el responsable del Operativo Lapacho.

Los especialistas sostienen que las empresas deberían intensificar los controles en el momento que se despachan las encomiendas. Pusieron como ejemplo el caso de las cubiertas. En el límite con Bolivia no hay ninguna fábrica que se dedique a la fabricación de neumáticos, sin embargo, cerca del 10% de los artículos fueron encontrados ocultos en las bodegas de los camiones. “Entendemos que a un empleado se le pueden escapar algunas cosas, pero no una cubierta”, señaló Ferreyra.

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