Rossana Chahla: “Estoy enamorada de la intendencia”

La intendenta de la Capital repasó su relación con Jaldo, destacó desafíos de su gestión y contó cómo combina la política con lo privado.

LG PLAY: La intendenta de San Miguel de Tucumán advirtió sobre la necesidad de un Estado presente y eficiente. LG PLAY: La intendenta de San Miguel de Tucumán advirtió sobre la necesidad de un Estado presente y eficiente. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

La intendenta de San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, visitó Panorama Tucumano donde repasó temas centrales de su presente: la relación con el gobernador Osvaldo Jaldo, la identidad y los desafíos del peronismo, las consecuencias de los cambios en políticas sanitarias y los retos de su gestión en la Capital. Con el respaldo de un equipo que define como “fantástico” y el consejo crítico de su familia, se mostró “enamorada” de la intendencia y reafirmó que su mayor compromiso es estar cerca de la gente.

Chahla analizó el escenario político y las recientes elecciones en la provincia de Buenos Aires, en las que el gobernador Axel Kicillof se impuso por más de 13 puntos sobre La Libertad Avanza. Para la intendenta, el resultado envía un mensaje claro al poder central: “Como dijo en su discurso Kicillof, ha sido un llamado de atención de las políticas públicas que hoy están a nivel nacional. El pueblo siempre es el que marca el camino”.

En esa línea, sostuvo que la sociedad reclama un Estado activo, pero no ineficiente: “La gente quiere un Estado presente. Y ese Estado puede existir, pero siempre que esté controlado, que sea eficiente. Estamos acostumbrados a decir ‘Estado presente’ y creer que eso significa no trabajar o dar muchas asignaciones. No es así. Se trata de un Estado solidario, que acompaña a la gente en los momentos difíciles, pero que también controla y hace las cosas bien”.

La jefa municipal advirtió que la población “percibe todo” y que no se la puede subestimar. “Yo digo algunas veces: ¿cómo se da cuenta la gente? Y se da cuenta porque ve, escucha, observa”. Frente al estilo confrontativo del presidente Javier Milei, Chahla marcó distancia: “Hoy vemos un discurso agresivo, de odio, con malas palabras, violencia. La gente ya no quiere más eso. Lo que pide es llegar a fin de mes, resolver lo básico”.

Políticas públicas

Desde su formación en la medicina, Chahla subrayó el impacto de los recortes en salud a nivel nacional. “La discapacidad ha sido la última gota que rebalsó el vaso. Pero además hubo algo que no tuvo tanto impacto mediático: el cierre del Instituto Nacional del Cáncer. Esa institución tenía la gobernanza de las políticas públicas para erradicar el cáncer”, explicó. “Con esas líneas de cuidado y prevención primaria -la vacuna y el test de VPH, la detección precoz del cáncer de mama- en 20 años podíamos erradicar prácticamente el cáncer de cuello de útero, que mata a mujeres jóvenes. Se dejó de hacer todo”, agregó.

También recordó que cada año Tucumán deriva unos 300 chicos al hospital Garrahan por patologías graves que no pueden resolverse en la provincia. “El cierre de programas nacionales afecta directamente a nuestras familias”, lamentó.

Su vínculo con Jaldo

La relación con el gobernador Osvaldo Jaldo fue motivo de especulaciones. Chahla despejó dudas: “Algunas veces inventan historias. Pero la verdad es que somos muy cercanos, tengo un gran aprecio y cariño por él. Además, tenemos un proyecto político juntos y eso seguirá siendo así. Sabemos que la responsabilidad institucional que tenemos los dos es muy grande. Todo cae sobre nuestras espaldas”. Sobre el trato personal con el mandatario, fue enfática: “Tenemos un diálogo muy respetuoso. Siempre con una atención particular hacia mí cada vez que lo visito o necesito reunirme con él”.

También se refirió a la convivencia con otros referentes como el vicegobernador Miguel Acevedo y el senador Juan Manzur: “Tenemos un proyecto compartido. A veces hay diferencias, como en cualquier espacio, pero lo importante es que las resolvemos con diálogo”.

Autocrítica en el PJ

Chahla reivindicó su elección de militar en el peronismo, aunque no por herencia familiar. “En mi casa no se hablaba de política, sino de trabajo y estudio. Yo me enamoré del proyecto desde la salud pública. No fue un mandato, fue una elección”, remarcó. A la vez, señaló virtudes y errores: “Me gustan muchas cosas del peronismo: la creación de universidades, los hospitales, la salud pública. Pero también hemos hecho cosas mal en los últimos gobiernos, y tenemos que ser autocríticos”.

Sobre posibles cambios en su gabinete, la jefa municipal aclaró: “Por ahora no. Los cambios no son tan planificados, ocurren por circunstancias. Los primeros seis meses de un equipo son cruciales: debe haber choques, porque somos personas distintas. Si esos choques ocurren temprano, el éxito está asegurado. Si aparecen después, no es tan positivo”. También destacó la inmediatez de la gestión municipal frente a la tarea legislativa: “Cuando sos diputada, presentás un proyecto y puede salir dos o tres años después. En la intendencia, en cambio, podés hacer algo y verlo al otro día. Eso enamora”.

Detrás de la intendenta

Más allá de la política, Chahla abrió una ventana a su vida familiar. “Mi familia es muy crítica. Mi marido y mis hijos de 23, 21 y 18 años me marcan errores. A veces me dicen: ‘acá no estás en el municipio, no des tantas órdenes’. Eso me ayuda a mantener los pies sobre la tierra”, confesó.

También habló de su contacto cotidiano con los vecinos: “Me encanta salir, estar con la gente. No es para que me agradezcan, sino para escuchar. Es parte de la función”.

Con una mezcla de entusiasmo y realismo, Chahla resumió su presente: “Me veo con mucho trabajo, con cercanía con la gente, que me da energía y ganas de seguir. Nunca pensé que la intendencia fuera así, tan inmediata. Se trata de mejorarle un poquito la vida a las personas, y poder verlo enseguida”.

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