Dormir con el celular al lado de la cama se ha convertido en un hábito cada vez más frecuente. Muchos lo utilizan como despertador y lo dejan en la mesa de luz para activar la alarma al día siguiente. Sin embargo, especialistas advierten que esta práctica puede ser más peligrosa de lo que parece.
Diversos estudios en neurociencia y medicina del sueño señalan que el uso excesivo del teléfono móvil antes de dormir, así como su cercanía al cuerpo durante la noche, impacta en la calidad del descanso y la concentración.
Los expertos sugieren tomar medidas simples para mejorar el descanso. Activar el modo “No molestar” o “avión” antes de acostarse ayuda a evitar notificaciones nocturnas que interrumpan el sueño. Otra opción es establecer una “hora sin pantalla”, al menos 30 minutos antes de dormir, o bien dejar el celular fuera de la habitación y optar por un reloj despertador tradicional.
Por qué es peligroso
La principal preocupación es la exposición a la luz azul de la pantalla, que altera la producción de melatonina, hormona encargada de regular el ciclo del sueño. Además, la expectativa de recibir mensajes o llamadas mantiene al cerebro en estado de alerta constante, generando microinterrupciones que reducen la profundidad del descanso sin que la persona lo perciba.
Otro aspecto en debate es la radiación electromagnética. Por este motivo, especialistas recomiendan mantener el teléfono a por lo menos un metro de distancia del cuerpo durante la noche, especialmente si está conectado a Wi-Fi o cargando. Aunque todavía no existe consenso científico, se investiga su posible vínculo con el cáncer, alteraciones en el ADN y efectos en la salud reproductiva masculina.






















