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Si pensabas que los cuadros o los espejos eran la única forma de darle vida a tus paredes, es momento de cambiar el chip. Una nueva tendencia decorativa está revolucionando los hogares argentinos: alternativas creativas, económicas y llenas de estilo que transforman cualquier ambiente sin necesidad de grandes inversiones.
Lejos de los formatos tradicionales, cada vez más personas apuestan por recursos originales y personalizados. Desde tapices tejidos, murales pintados a mano o composiciones con platos y cestos de fibras naturales, hasta jardines verticales que aportan verde y frescura, las opciones son infinitas y se adaptan a todos los gustos y estilos de vida.
Ideas para salir de lo clásico
La clave de esta nueva movida está en jugar con texturas, materiales y colores. Los tapices de lana o macramé son ideales para sumar calidez y un aire bohemio, mientras que los murales artísticos permiten plasmar paisajes, frases o diseños geométricos que reflejan la identidad de cada hogar.
Por su parte, los jardines verticales ganan popularidad en departamentos o espacios pequeños, al combinar decoración y naturaleza en una sola propuesta. En tanto, los platos de cerámica y cestos de mimbre se convierten en protagonistas de composiciones dinámicas que aportan movimiento y originalidad a las paredes.
¿Por qué elegir estas nuevas tendencias?
Además de su bajo costo y fácil implementación, estas propuestas ofrecen la posibilidad de personalizar los espacios y romper con los esquemas convencionales. No se necesita ser experto en decoración: con un poco de creatividad y algunas piezas clave, cualquier pared puede convertirse en el centro de todas las miradas.
La decoración de paredes se reinventa y deja atrás los límites de siempre. En esta nueva era del diseño interior, el desafío es atreverse a mezclar, probar y descubrir ese detalle único que haga que cada habitación cuente su propia historia.























