Lo acusaron de homicidio por causar un infarto a un hombre

La víctima, que vino de Buenos Aires a visitar a su madre, logró detener a un individuo que había asaltado a una mujer. Hay un antecedente que terminó con una condena.

EN LA ESCENA. Un perito del ECIF toma fotografías del lugar donde se registró la muerte de un hombre. EN LA ESCENA. Un perito del ECIF toma fotografías del lugar donde se registró la muerte de un hombre.

Un acusado de robo fue procesado por homicidio de un hombre que murió de un infarto al haber salido en defensa de la mujer a la que pretendía quitarle sus pertenencias. La novedosa imputación ya despertó un debate en los pasillos de tribunales, puesto que nos es común que se presente un expediente de estas características,

Julio César Cancino estaba radicado en Buenos Aires. Viajó a Tucumán los últimos días para participar de los festejos del día de la madre. El sábado, cerca de las 11.15, se encontraba en un domicilio del barrio Sibantos, de Los Pocitos. Cerca de las 11 presenció un hecho que desataría una tragedia.

Una mujer circulaba en una moto. Al llegar a la esquina de Pedro de Mendoza y pasaje Catamarca, fue interceptada por un hombre que la derribó del rodado. El acusado, identificado como Catriel Fabio Graneros, la arrojó al piso para sustraer sus pertenencias.

“Los vecinos observaron lo que estaba pasando y salieron inmediatamente tras sus pasos. Parecía que el tipo estaba drogado por cómo actuó. La tiró como si nada de la moto a esa pobre mujer que comenzó a gritar desesperadamente pidiendo ayuda para que ese tipo no le hiciera nada”, explicó Susana Heredia, vecina del barrio.

Cancino formó parte de ese grupo de vecinos solidarios que salieron en defensa de la víctima del robo. Fue uno de los primeros en llegar al lugar y logró que Graneros no robara nada. Él, en una moto conducida por su primo, persiguió al acusado del delito. Lograron alcanzarlo y reducirlo a golpes. “Una vecina me contó que el hombre, que era grandote, le pegó dos piñas bien puestas para que se caiga. Después, para que el ‘choro’ no se escapara, se sentó encima y le pidió a su pariente que llamara a los policías para que se lo llevaran. Pero de un momento a otro, el pobrecito se desvaneció sobre el cuerpo de ese infeliz”, relató Juan Carlos Nieva.

Según los vecinos, “Catriel” es conocido en la zona. De él dijeron que normalmente se dedicaba a limpiar vidrios en la esquina de Ejército del Norte y Francisco de Aguirre. “Es un chango que está perdido en las drogas y se vive mandando macanas. Muchos en el barrio le tenían lástima, pero ahora que se mandó esta, espero que esté un buen tiempo en la cárcel porque no puede ser que haya generado todo esto”, indicó Juana Ramírez.

En un primer momento, la Policía y hasta el mismo fiscal Carlos Sale pensaron que “Catriel”, como es conocido en el barrio, lo habría herido con un pequeño cuchillo que le encontraron al acusado en su poder. Sin embargo, el médico de la Policía informó que no tenía ninguna herida visible. Ese dato preliminar fue confirmado por la autopsia: Cancino podría haber fallecido de un infarto. El forense detalló que su corazón pesaba 600 gramos (el peso normal es de 300 gramos) y que tenía numerosas placas en distintas partes. Los familiares reconocieron también que era un enfermo cardíaco.

La teoría

El fiscal analizó el caso con su equipo de colaboradores y entendió que si había motivos para sostener que Cancino murió al hacer un esfuerzo para evitar que una mujer fuera despojada de sus pertenencias, es decir, que “Catriel” tuvo algo que ver en su muerte.

En una audiencia Luz Becerra señaló: “En esta primera audiencia no está el resultado definitivo de la autopsia que va a determinar el nexo de causalidad entre este evento traumático y violento, es decir, el forcejeo donde se vio involucrado Cancino con su descompensación cardíaca”.

La auxiliar puso particular énfasis en dos situaciones. La primera es que ya hubo un antecedente de estas características. En mayo de 2021, David Esquilache (63) y su hijo Jorge Luis (23), regresaban de trabajar cuando fueron atacados por dos asaltantes y sólo pudieron quitarle las pertenencias al menor de los dos. El progenitor corrió para alcanzarlos y falleció. Por ese hecho, por pedido del fiscal Pedro Gallo, fueron procesados Daniel Rodrigo Centeno y José Mauricio Jesús Nadal por homicidio en ocasión de robo. Luego recibieron una condena de cinco años y seis meses.

La otra cuestión que tuvo en cuenta Becerra fueron los antecedentes de “Catriel”. El acusado ya fue condenado en dos oportunidades, siempre por delitos contra la propiedad cometidos antes de 2020. “Al momento del hecho estaba con una condena condicional. Evidentemente hay una reiterancia”, comentó la auxiliar.

La representante del Ministerio Público confirmó que se necesitan tiempos para conocer los resultados de los estudios que se realizaron y los análisis de los celulares. Por esa razón, solicitó que se le dicte la prisión preventiva por 60 días, planteo que fue aceptado

Polémico caso: se define la situación de un cabo de policía que mató a un acusado de robarle

El fiscal Carlos Sale espera los resultados de algunas pericias para definir la situación procesal de un policía que acabó con la vida de un acusado de haber intentado asaltarlo. Al parecer, habría indicios que no respaldarían la versión que dio el uniformado sobre cómo se había registrado el caso.

Lo acusaron de homicidio por causar un infarto a un hombre

El domingo a la madrugada, el cabo Hugo Nahuel Escobar, que estaba acompañado por su pareja, que también presta servicios en la fuerza, estacionó su VW Polo en Uruguay al 900. Cuando se preparaba para abandonar el vehículo, apareció un grupo de jóvenes y uno de ellos, con un cuchillo en la mano, le exigió que le entregara sus pertenencias. El uniformado se identificó como policía y, según trascendió, habría declarado que realizó disparos al suelo para persuadir al grupo de que se marchara luego de que hicieran caso omiso a la orden que les había dado.

Después de los disparos, los atacantes salieron corriendo y el efectivo se quedó ahí para denunciar lo que había ocurrido. Minutos después, el llamado de un vecino alertó que en calle Bolivia al 1.200 había una persona sin vida. Los investigadores no sólo confirmaron la versión, sino que identificaron a Francisco “Panchito” Medina como la persona que había fallecido y que estaría vinculada al ataque del uniformado. Según la autopsia, el muchacho recibió una herida en la pierna que le provocó un profuso sangrado. Al correr unas 10 cuadras, el cuadro se agravó y terminó muriendo desangrado.

Los habitantes de la zona poca información pudieron proporcionar porque no había nadie en la calle en el momento del hecho. Ninguno de los supuestos cómplices de “Panchito” se presentaron ante la Justicia para cuestionar o desmentir la versión de Escobar. Por esa razón, el fiscal Sale decidió analizar detenidamente las imágenes que captaron las cámaras de seguridad antes de tomar una decisión procesal.

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