/ LA GACETA, MARIA JOSE MONTEROS
¿Cómo se prepararon los tucumanos de distintas edades para votar? Con esta pregunta en la mano, LA GACETA recorrió diferentes establecimientos de Alderetes. Hubo respuestas de toda clase. Si bien algunos electores confían en las noticias que reciben por muchos canales, también están los que deciden su voto a partir de su vida cotidiana. Entre los comentarios, se destacó el de una mujer que dijo: "no hay mejor publicidad política que lo que ves en la calle y el hambre".
El movimiento en la Escuela N°110 de Alderetes ya era constante a las 8.50 de este domingo electoral. Desde temprano, los pasillos se llenaron de murmullos y saludos entre vecinos. Con el documento en la mano, muchos repasaban mentalmente su decisión, algunos revisaban el número de mesa en el celular y otros simplemente esperaban en silencio. En la Escuela Media de Los Gutiérrez, el ambiente era similar: tranquilo, ordenado y con una participación sostenida. En cambio, en la Escuela Nueva “Mercedes Sosa”, la mañana transcurría con menos filas y un clima más sereno. En los patios, entre comentarios cruzados, las respuestas mostraron la diversidad de formas de informarse que conviven hoy.
Redes, debates y charlas familiares
Entre quienes salían de votar en la Escuela N°110 estaban Andrés Vázquez (24) y su padre Félix (60). “Yo me informo por las redes. Sigo medios en Instagram y miro algunas publicidades.” contó el jóven.
Félix, en cambio, tenía una mirada más tradicional. “Yo me quedo con la tele. Miro noticieros y me gusta comparar lo que dicen en distintos canales", explicó. Ambos coincidieron en que en su casa se habla de política desde siempre. “Siempre hablamos, pero con respeto”, precisó el padre. “En casa hay debate. No todos pensamos igual, pero todos queremos entender qué está pasando”, agregó Andrés.
“Me informo, pero no me fanatizo”
En un patio de la Escuela Nueva Mercedes Sosa iluminado por la luz de la mañana, Paula Giménez (49), su hija Camila Roldán (25) y María del Valle Luna (54), amiga de la familia, compartían una charla sobre las elecciones. Camila, estudiante de Psicología, contó que su forma de informarse cambió con los años. “Antes no le daba mucha bola, pero ahora trato de leer un poco de todo. Veo videos en redes, sigo medios y leo los comentarios. No me fanatizo, pero me gusta saber qué propone cada uno”, explicó.
Su madre, en cambio, confía más en lo que ve día a día. “Veo noticieros, pero también escucho lo que dicen mis compañeras en el trabajo y converso en la fila de la verdulería. A veces te hacen notar cosas que nadie muestra”, indicó. María, su amiga, no usa redes sociales. “Yo me entero hablando con la gente. En el almacén, en el colectivo, en el trabajo... Todos opinan de política. Ahí escuchás otras miradas”, expresó. Entre risas, las tres coincidieron en algo: la campaña electoral las encontró menos tensas. “Esta vez se sintió más calma. Creo que la gente quiere votar tranquila, sin tanta pelea”, dijo Paula.
Un día de votos y conversaciones
En la Escuela Media de Los Gutiérrez, el movimiento seguía parejo. Las filas avanzaban despacio y el aire se llenaba de diálogos sobre candidatos y promesas.
Entre los votantes estaba Carolina Romero (34), madre de tres hijos y empleada en un comercio. “Me informé un poco por las redes y también por la tele”, contó mientras esperaba. “Vi quiénes se postulaban, pero vine a votar distinta. Miro a mis hijos, miro la heladera y te tienta votar diferente”, reflexionó. Hizo una pausa y añadió: “no hay mejor publicidad política que lo que ves en la calle y el hambre”.
"Uno vota con lo que sabe”
Cerca del mediodía, el sol castigaba el patio de la Escuela N°110. En una fila que serpenteaba hasta la galería, José Rodríguez (55) y Óscar Francisco Suárez (67) esperaban su turno conversando. Los dos vecinos coincidían en que el nuevo formato había hecho más ágil el proceso, pero lo que realmente les preocupaba era la información.
“Yo miro los noticieros. Todos los días, a la noche. Me gusta escuchar distintas voces, aunque a veces digan lo mismo con otras palabras”, contó Óscar. Mientras hablaba, José asentía. “Yo también trato de ver varios canales. Pero igual cuesta creer. Uno vota con lo que sabe, con lo que escucha, aunque no siempre alcanza”, añadió.
Los vecinos coincidieron en que los candidatos no siempre logran convencer. “Hay que ver si están preparados. A veces parece una lotería”, dijo Óscar. José lo interrumpió con un gesto de resignación: “lo importante es que la gente venga sabiendo por qué vota, aunque después se equivoque”.
La jornada electoral dejó algo más que urnas con votos: una radiografía de cómo cada quien se informa y decide. Medios de comunicación y plataformas; charlas cara a cara y señales de la vida cotidiana: todos los electores reivindicaron la necesidad de hacer elecciones informadas, más allá de que lo pase tras la definición de los ganadores.






















