HISTORIA MUNDIALISTA. Los Pumas construyeron su identidad competitiva a través de cada fase de grupos, desde 1987 hasta la última cita en Francia 2023.
El sorteo del Mundial 2027 en Australia se acerca y, mientras la expectativa crece, el repaso del camino recorrido por Los Pumas en cada fase de grupos muestra la evolución de un seleccionado que aprendió, cayó, se levantó y construyó su ADN competitivo a través de cada torneo.
El recorrido empieza en Australia/Nueva Zelanda 1987, el primer Mundial de la historia, al que Argentina llegó con el impulso del empate épico ante los All Blacks en Ferro dos años antes. En la fase inicial, los locales fueron demasiado y terminó en derrota 46-15, seguida por un 28-9 ante Fiji. La alegría llegó frente a Italia, con un 25-16 que significó el primer triunfo argentino en una Copa del Mundo. Hugo Porta fue el goleador y Juan Lanza terminó como tryman de aquel plantel que dio el puntapié inicial.
En Reino Unido 1991, el panorama fue más complejo. En un Grupo C durísimo, Los Pumas cayeron ante Australia (19-32), Gales (7-16) y Samoa (12-35). Sin victorias y sin clasificación, el Mundial dejó un gusto amargo.
Cuatro años más tarde, en Sudáfrica 1995, el resultado fue idéntico (tres derrotas) pero con sensaciones distintas oorque hubo señales claras de un equipo que empezaba a crecer en su juego. Argentina perdió 18-24 con Inglaterra, 32-26 frente a Samoa y 31-25 ante Italia, pero compitió mejor y mostró una estructura más firme.
El despegue concreto llegó en 1999, nuevamente en tierras británicas. Ahí, Los Pumas dieron un giro histórico. Por primera vez pasaron a la etapa final, avanzaron a octavos y firmaron uno de los días más recordados del rugby argentino con el try de Diego Albanese ante Irlanda para sellar el 28-24. En la zona de grupos habían vencido a Samoa (35-16) y Japón (33-12), y solo habían tropezado ante Gales (23-18). Fue también el Mundial de Gonzalo Quesada como máximo goleador del certamen con 102 puntos.
En Australia 2003, Argentina volvió a quedar al borde de la clasificación. Empezó con caída ante el local (24-8), se repuso frente a Namibia (67-14) y Rumania (50-3), y se jugó la vida contra Irlanda. Esta vez la balanza favoreció a los europeos con un 16-15 en un cierre que dejó a Los Pumas otra vez a un paso.
El salto definitivo se consolidó en Francia 2007, todavía el mejor Mundial de la historia albiceleste. Los Pumas ganaron el partido inaugural ante el local (17-12), superaron a Irlanda (30-15) y avanzaron a cuartos, donde vencieron a Escocia (19-13). La derrota con Sudáfrica en semifinales (37-13) no opacó un torneo inolvidable que terminó con una contundente victoria 34-10 sobre Francia para colgarse el bronce.
En Nueva Zelanda 2011, Argentina volvió a meterse entre los ocho mejores. Tras la caída ajustada frente a Inglaterra (13-9), el equipo respondió con triunfos ante Rumania (43-8), Escocia (13-12, con el try decisivo de Lucas González Amorosino bajo la lluvia) y Georgia (25-7). En cuartos, los All Blacks fueron implacables: 33-10.
La edición de Inglaterra/Gales 2015 dejó otro torneo de alto nivel. Los Pumas fueron segundos en su zona pese al debut con derrota ante los All Blacks (26-16), y luego se acomodaron con claridad con un 54-9 a Georgia, 45-16 a Tonga y 64-19 a Namibia. El equipo llegó hasta semifinales y terminó cuarto. El tucumano Nicolás Sánchez cerró el Mundial como máximo goleador con 97 puntos.
El ciclo siguió en Japón 2019, donde el margen fue mínimo. Con Francia e Inglaterra como rivales directos, cada detalle valía oro. Argentina cayó 23-21 en el debut contra los galos y, pese al triunfo ante Tonga (28-12), la derrota ante Inglaterra (39-10) sentenció el camino. El cierre fue una victoria ante Estados Unidos (45-17), ya sin chances de avanzar.
Finalmente, en Francia 2023, Los Pumas mostraron otra vez capacidad para reconstruirse en plena competencia. Tras un inicio adverso ante Inglaterra (27-10), encadenaron tres triunfos consecutivos: 19-10 a Samoa, 59-5 a Chile y 39-27 a Japón. El segundo lugar del grupo los llevó a enfrentar a Gales en cuartos, donde firmaron un 27-19 de mucho carácter. La caída ante Nueva Zelanda en semifinales (44-6) desembocó en otro duelo con Inglaterra por el bronce, que terminó 26-23 para los europeos.
Hoy, rumbo al sorteo de 2027, la historia de Los Pumas en fases de grupos muestra una línea de crecimiento en alza. El pasado no predice el futuro, pero sí cuenta de qué está hecho este equipo.






















