Dicen que las plantas argentinas son más seguras que las de Japón

Un experto observa que el país carece de inversiones relevantes en materia energética.

20 Marzo 2011
La crisis de Fukushima Daiichi ha producido una demanda inusual de información a los órganos que ejecutan y controlan la política nuclear en Argentina. Caigan donde caigan, todos los requerimientos, sin embargo, son derivados a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), institución que fiscaliza a la Comisión Nacional de Energía Atómica y al sector industrial vinculado con las plantas de Atucha (1974) y Embalse (1984), y con la construcción de Atucha II.

La ARN, ONG y analistas coinciden en observar que entre el 8 y el 10% del total de la energía consumida por la población argentina proviene de las centrales nucleares. Durante esta semana, la institución fiscalizadora ha descartado que en las plantas del país pueda ocurrir un accidente similar al japonés. La ARN alega que existen diferencias geológicas (Argentina y sus centrales nucleares están lejos de zonas con fallas geológicas activas como es el caso de la unión de las placas tectónicas existentes en Japón); que Atucha y Embalse no pueden ser alcanzadas por tsunamis y que la densidad de población alrededor de los establecimientos mencionados permite una evacuación más rápida en caso de emergencia.

"El diseño de nuestros reactores es diferente al de los japoneses. Por ejemplo: los equipos que usamos aquí cuentan con un ?circuito de moderación? que permite acceder a una cantidad abundante de agua durante las operaciones de refrigeración", ha informado la ARN mediante una nota de prensa (ningún funcionario tuvo disposición para comentar el tema con LA GACETA).

Nulas perspectivas

"No podemos prescindir de la energía nuclear en la actualidad", opina el licenciado Marcelo Di Ciano, investigador del Observatorio Económico del Instituto Argentino de la Energía. Por correo electrónico, Di Ciano apunta que no se perciben inversiones relevantes en el sector energético nacional y que, incluso, esa situación afecta a la energía nuclear. El experto detalla que la ausencia de planes de expansión energética se siente hasta en el ámbito de los hidrocarburos: "Si analizamos los balances de las empresas petroleras radicadas en el país veremos que todas dan ganancia, pero ninguna ha realizado una inversión en explorar nuevos pozos salvo que de casualidad se hallan tropezado con alguno".

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