Por Carlos Páez de la Torre H
21 Octubre 2011
EN BUENOS AIRES, HACIA 1905. Víctor Negri, de sombrero claro, aparece con su suegro tucumano, don Alejandro Mariño, y dos de sus hijas. LA GACETA / ARCHIVO
Figura destacada de la industria azucarera y de la empresa argentina en general, Víctor Negri tuvo fuerte vinculación con Tucumán. Italiano, hijo de Luigi Negri y Erminia Rizzi, había nacido en 1863 o 1864 y lo bautizaron en Lardilago, en la Lombardía. Recibió esmerada educación en Londres y llegó al país en 1891. Su primera actividad fue la de catedrático en el Colegio Nacional de Río Cuarto, y luego en el Nacional de Catamarca.
Allí comenzó a encauzar su vocación empresaria, como socio por un tiempo de Samuel Lafone Quevedo, en las explotaciones mineras de Andalgalá. Luego, se estableció en Tucumán durante varios años. En sociedad con Francisco Castañeda Vega instaló una casa de comisiones y representaciones que adquirió rápido prestigio. Participó en la revolución local de la UCR de 1893, por la que debió sufrir cárcel, y se casó en 1899 con una tucumana, doña Matilde Mariño. Tuvieron varios hijos.
Las vinculaciones que adquirió lo llevaron posteriormente a altas funciones en el ingenio La Corona y luego en la empresa Hileret, en Tucumán y después en Rosario. Trasladado a Buenos Aires, estuvo al frente de la casa Portalis, de exportadores de azúcar e inversores, a la vez que integró los directorios de Leach y Compañía y de la Azucarera Argentina. Fue vicepresidente de Hileret y Compañía, de la Compañía Argentina de Tabacos y de Gath y Chaves Limitada, entre otras empresas.
Víctor Negri murió repentinamente en Buenos Aires el 7 de mayo de 1918. "La Nación" lo llamó "uno de nuestros más activos y prominentes hombres de negocios", y afirmó que "con las combinaciones financieras que inspiró y llevó a la realidad, se formaron grandes sociedades de las que era el nervio y el resorte principal".
Allí comenzó a encauzar su vocación empresaria, como socio por un tiempo de Samuel Lafone Quevedo, en las explotaciones mineras de Andalgalá. Luego, se estableció en Tucumán durante varios años. En sociedad con Francisco Castañeda Vega instaló una casa de comisiones y representaciones que adquirió rápido prestigio. Participó en la revolución local de la UCR de 1893, por la que debió sufrir cárcel, y se casó en 1899 con una tucumana, doña Matilde Mariño. Tuvieron varios hijos.
Las vinculaciones que adquirió lo llevaron posteriormente a altas funciones en el ingenio La Corona y luego en la empresa Hileret, en Tucumán y después en Rosario. Trasladado a Buenos Aires, estuvo al frente de la casa Portalis, de exportadores de azúcar e inversores, a la vez que integró los directorios de Leach y Compañía y de la Azucarera Argentina. Fue vicepresidente de Hileret y Compañía, de la Compañía Argentina de Tabacos y de Gath y Chaves Limitada, entre otras empresas.
Víctor Negri murió repentinamente en Buenos Aires el 7 de mayo de 1918. "La Nación" lo llamó "uno de nuestros más activos y prominentes hombres de negocios", y afirmó que "con las combinaciones financieras que inspiró y llevó a la realidad, se formaron grandes sociedades de las que era el nervio y el resorte principal".
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