Alperovich justificó subsidios a call center

"Nos guste o no nos guste, eso representa a la Provincia un ingreso mensual de $ 18 millones", manifestó ayer el gobernador. La Legislatura prorrogó el beneficio para tres firmas, que recibirán el 25% de los sueldos de su personal. Testimonios de jóvenes

EN PLENA LABOR. Unos 6.000 jóvenes trabajan en call center en la provincia, respondiendo a diario consultas telefónicas o vendiendo servicios. LA GACETA / FOTO DE OSCAR FERRONATO EN PLENA LABOR. Unos 6.000 jóvenes trabajan en call center en la provincia, respondiendo a diario consultas telefónicas o vendiendo servicios. LA GACETA / FOTO DE OSCAR FERRONATO
17 Marzo 2012
La Legislatura ya aprobó la prórroga de la ley que subsidia el 25% de los sueldos de tres call center radicados en Tucumán. Sin embargo, la polémica no ha concluido. El gobernador, José Alperovich, se refirió ayer a estas empresas, cuyo régimen de trabajo fue criticado por los parlamentarios de la oposición. "Nos guste o no nos guste, eso representa a la Provincia un ingreso mensual como de $ 18 millones, que también mueve la economía. ¿Cuántas industrias uno tiene que traer para tener seis mil empleos?", indicó el mandatario.

El legislador oficialista Marcelo Ditinis explicó en la sesión del jueves que, en 2008, se benefició a las firmas Citytech S.A., Sur Contact Center S.A. y Atusa S.A. como estrategia para que se instalaran en estas tierras. "Se buscó una forma de generar trabajo para jóvenes de entre 18 a 30 años, y se encontró que esta industria es la más adecuada", afirmó. Además, aseguró que muchos empleados solventan sus estudios o mantienen a su familia. "Si pasan por alguno de los call center de la capital, vean la cantidad de motos que hay en la vereda; esa plata, de alguna manera, está volviendo a la provincia", indicó. Luego, comentó que el miércoles acompañó al gobernador en una visita a una de las empresas, ubicada en Adolfo de la Vega al 400.

Y ayer, justamente, Alperovich se refirió a la sanción de la norma, que implica la erogación anual de unos $ 52 millones -en total- para las tres firmas, según las estimaciones realizadas en el parlamento. "Alguna legisladora (en alusión a la radical Silvia Elías de Pérez) criticaba cómo trabajan los chicos, el modo en que trabajan. Es el primer trabajo en blanco que tienen los chicos; trabajan de cinco a seis horas por día; le permite tener un orden en su vida, le permite estudiar, obra social, créditos. Y realmente el ámbito donde trabajan es espectacular", aseguró el titular del PE.

Otras miradas G. asegura que tenía a su cargo un grupo de trabajo en una de estas empresas. Y, según le dijo a LA GACETA, lo echaron cuando intentó conformar un gremio de contactólogos en Tucumán (hoy, los trabajadores del rubro están catalogados como empleados de comercio, según advirtieron opositores de la Cámara). "Estas empresas dan muchos beneficios, pero a la vez uno ve que la realidad que viven los compañeros no es tan buena. Igual, yo sigo buscando trabajo en un call center", indicó el joven (pidió la reserva de su nombre para evitar represalias futuras). Luego sostuvo que la atención telefónica no es tan sencilla: "se generan presiones tremendas para vender productos y servicios, y el contexto muy difícil. Hay amenazas de suspensiones constantes". J. en la actualidad se desempeña en una de estas empresas. Y, como condición para dar su testimonio, también pidió que se resguarde su identidad. "Escuché lo que dijo ayer el legislador Ditinis, y hablaba como si trabajar en un call center fuera algo perfecto. Nos da oportunidades, pero tiene muchas contras. Los estudiantes, por ejemplo, a veces no pueden seguir sus carreras. Y si no llegás a los objetivos hay muchas presiones", contó. Y apuntó que la labor puede ser estresante. "Cuando te vas a dormir te quedás con el cliente en la cabeza, porque te tratan mal. También te genera problemas de salud. A mí me queda un zumbido en el oído. Todavía no fui al médico, pero estoy preocupado. Un compañero, que tiene 23 años, está con problemas de audición", expresó J.

Así, los jóvenes trabajadores tienen la tranquilidad de que las firmas cuentan con el guiño del PE para seguir en la provincia (el subsidio, por cuatro años, garantiza unos 4.600 puestos). Sin embargo, les preocupa que aún queda mucho por hacer.

Comentarios