Por Jorge Figueroa
16 Abril 2012
"LA FAMILIA". El imponente conjunto escultórico está realizado con telas, goma espuma y vellón, entre otros materiales. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALINDEZ
En 1968, en el Instituto Di Tella (centro de experimentación artística por excelencia), el artista Oscar Bony exhibió en vivo a la familia de un obrero matricero (con su mujer y su hijo). Lo había contratado por el doble de su salario usual para que hiciera su vida cotidiana durante el horario de visita de la muestra. La acción provocó exaltadas polémicas. Ahora, citando esa obra, Eugenia Bulacios Zamora presenta la instalación "La Familia" en la sala Ezequiel Linares (San Martín 251). Puede visitarse de lunes a viernes, de 8 a 13 y de 15 a 20. "Es un modelo familiar políticamente correcto", explica la artista.
La cita es un trabajo de intertextualidad porque no es "sic", es decir, textual. Eso puede advertirse claramente cuando se observa que la dura imagen de la presencia de una familia obrera real (como la de Bony en el Di Tella) se ha reemplazado con un conjunto de objetos que, además, están realizados en tela, goma espuma y vellón, entre otros materiales. En la historia del arte, se sabe, cada material posee cualidades intrínsecas, que permiten lecturas distintas de las obras. En otras palabras: si en el arte importa más cómo se dice, de lo que se dice, la elección de un determinado material es, desde ya, una definición. ¿Y qué es lo que referencia la escultura blanda? Nació con el pop en la década del 60, con el escultor Claes Oldenburg, quien realizaba objetos cotidianos, leídos como parodias irónicas del determinismo utilitario y comercial de los artículos de consumo. Pero en los 80 y 90, las producciones escultóricas blandas se incorporaron al repertorio del llamado arte feminista, como una reivindicación propia de la mujer: lo blando, opuesto a lo duro.
Resignificando estos conceptos, tal vez, Bulacios Zamora viene trabajando con esculturas blandas desde hace más de tres años. En "La Familia" se advierte ese primer movimiento: de la cita de la obra de Bony (una acción dura, provocadora y política) a un planteo lenificado, desde que sustituye a los personajes reales por objetos escultóricos, y que estos son construidos con tela y goma. De todos modos, no puede soslayarse la mirada irónica de la artista en términos compositivos, cuando el padre aparece, sin dudas, como el jefe, la figura sobresaliente, y la madre, con menor visibilidad, ocupándose de los quehaceres domésticos y de los hijos. Todo un retrato de lo que podría llamarse una familia tipo.
Sobre una maceta
En La Punta, Carlota Beltrame exhibió su obra "Jardín de las delicias" en la serie "Tautologías", en la que interviene una maceta de pequeñas dimensiones. Para la Retórica, una tautología es una afirmación obvia, redundante. En la obra, Beltrame ubica sobre la maceta un portarretratos digital, en el que se suceden fotografías animadas de nueve plantas autóctonas.
La cita es un trabajo de intertextualidad porque no es "sic", es decir, textual. Eso puede advertirse claramente cuando se observa que la dura imagen de la presencia de una familia obrera real (como la de Bony en el Di Tella) se ha reemplazado con un conjunto de objetos que, además, están realizados en tela, goma espuma y vellón, entre otros materiales. En la historia del arte, se sabe, cada material posee cualidades intrínsecas, que permiten lecturas distintas de las obras. En otras palabras: si en el arte importa más cómo se dice, de lo que se dice, la elección de un determinado material es, desde ya, una definición. ¿Y qué es lo que referencia la escultura blanda? Nació con el pop en la década del 60, con el escultor Claes Oldenburg, quien realizaba objetos cotidianos, leídos como parodias irónicas del determinismo utilitario y comercial de los artículos de consumo. Pero en los 80 y 90, las producciones escultóricas blandas se incorporaron al repertorio del llamado arte feminista, como una reivindicación propia de la mujer: lo blando, opuesto a lo duro.
Resignificando estos conceptos, tal vez, Bulacios Zamora viene trabajando con esculturas blandas desde hace más de tres años. En "La Familia" se advierte ese primer movimiento: de la cita de la obra de Bony (una acción dura, provocadora y política) a un planteo lenificado, desde que sustituye a los personajes reales por objetos escultóricos, y que estos son construidos con tela y goma. De todos modos, no puede soslayarse la mirada irónica de la artista en términos compositivos, cuando el padre aparece, sin dudas, como el jefe, la figura sobresaliente, y la madre, con menor visibilidad, ocupándose de los quehaceres domésticos y de los hijos. Todo un retrato de lo que podría llamarse una familia tipo.
Sobre una maceta
En La Punta, Carlota Beltrame exhibió su obra "Jardín de las delicias" en la serie "Tautologías", en la que interviene una maceta de pequeñas dimensiones. Para la Retórica, una tautología es una afirmación obvia, redundante. En la obra, Beltrame ubica sobre la maceta un portarretratos digital, en el que se suceden fotografías animadas de nueve plantas autóctonas.
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