29 Octubre 2012
GANÓ EL PELADO "XENEIZE". Silva, que lucha el balón con Trezeguet, descontó de penal y luego asistió a Erviti en el 2-2.
BUENOS AIRES.- Hay empates que son derrotas y otros que son victorias. Por eso, el 2-2 del superclásico tuvo un ganador, Boca, y un perdedor, River. El equipo de Matías Almeyda tenía la mesa servida para el gran festejo en el Monumental, pero un gol en tiempo de descuento de Walter Erviti hizo cambiar la euforia de cabecera.
River, dos goles arriba gracias a una avivada de Leonardo Ponzio y a la magia de Rodrigo Mora, lo tenía ganado a 15' del final. Sin embargo, lo dejó escapar: Santiago Silva descontó, de penal, y Erviti selló una igualdad que no le sirve demasiado a ninguno de los dos.
Noventa segundos bastaron para romper el cero profetizado por muchos. Ponzio, al igual que ante Godoy Cruz, resolvió un tiro libre con un remate al primer palo. Agustín Orión, aparentemente no anoticiado de aquel golazo, regaló su poste y protagonizó un blooper al volver sobre sus pasos: 0-1.
El partido quedó a pedir de River, para el contraataque. Pero ante un Boca futbolísticamente inexpresivo, balón y campo siguieron siendo dominio del "millo". No lo pudo aprovechar quizá porque Trezeguet seguía con la cabeza en Mónaco y con el cuerpo anticipadamente en el quirófano. Quizá porque perdió por lesión a Martín Aguirre (y lo extrañó), y un ratito antes a Ramiro Funes Mori.
Tras el intervalo, con Lautaro Acosta en cancha, se vio un Boca más agresivo. Pero cuando River se decidió, volvió a modificar la chapa. A los 70', gran cesión de Carlos Sánchez para Mora, que desparramó a Orión: 2-0. Boca parecía muerto, pero 5' después González Pirez bajó a Acosta y el "Tanque" no perdonó. Se esperaba que la visita fuera con todo. En cambio, Orión se reivindicó ante Mora y evitó el 3-1. Entonces entró en juego el "factor Almeyda". Inexplicablemente dejó a la sombra de "Trezegol" y lo sacó a Mora. Una fallida definición del francés derivó en un rebote que dio origen a la réplica que concluyó en gol de Erviti. Y en la derrota de River.
Almeyda adujo que sacó a Mora por lesión. Por Twitter sonó una versión de que el uruguayo había dicho que estaba bien. Su salida le quitó peso y contundencia a un "millonario" que no tuvo en Trezeguet al gran goleador.
Boca volvió del más allá y logró un resultado muy valioso. Sobre todo para Julio César Falcioni, que venía cuestionado por el andar del equipo y la falta triunfos. Erviti y Silva, sus jugadores fetiche, salvaron al entrenador.
Pese a que empezó ganando rápido, el hecho de haber tenido que hacer dos cambios antes del cuarto de hora, le complicó el panorama táctico al "millonario". Rojas no fue Aguirre y González Pirez le hizo el penal a Acosta.
El 2-2 no fue negocio para nadie. Menos para River, que no debe descuidarse del promedio del descenso. Ni hablar de pelear por el título. Boca sigue cediendo terreno en su pelea con los de arriba, en especial Newell's.
River, dos goles arriba gracias a una avivada de Leonardo Ponzio y a la magia de Rodrigo Mora, lo tenía ganado a 15' del final. Sin embargo, lo dejó escapar: Santiago Silva descontó, de penal, y Erviti selló una igualdad que no le sirve demasiado a ninguno de los dos.
Noventa segundos bastaron para romper el cero profetizado por muchos. Ponzio, al igual que ante Godoy Cruz, resolvió un tiro libre con un remate al primer palo. Agustín Orión, aparentemente no anoticiado de aquel golazo, regaló su poste y protagonizó un blooper al volver sobre sus pasos: 0-1.
El partido quedó a pedir de River, para el contraataque. Pero ante un Boca futbolísticamente inexpresivo, balón y campo siguieron siendo dominio del "millo". No lo pudo aprovechar quizá porque Trezeguet seguía con la cabeza en Mónaco y con el cuerpo anticipadamente en el quirófano. Quizá porque perdió por lesión a Martín Aguirre (y lo extrañó), y un ratito antes a Ramiro Funes Mori.
Tras el intervalo, con Lautaro Acosta en cancha, se vio un Boca más agresivo. Pero cuando River se decidió, volvió a modificar la chapa. A los 70', gran cesión de Carlos Sánchez para Mora, que desparramó a Orión: 2-0. Boca parecía muerto, pero 5' después González Pirez bajó a Acosta y el "Tanque" no perdonó. Se esperaba que la visita fuera con todo. En cambio, Orión se reivindicó ante Mora y evitó el 3-1. Entonces entró en juego el "factor Almeyda". Inexplicablemente dejó a la sombra de "Trezegol" y lo sacó a Mora. Una fallida definición del francés derivó en un rebote que dio origen a la réplica que concluyó en gol de Erviti. Y en la derrota de River.
Almeyda adujo que sacó a Mora por lesión. Por Twitter sonó una versión de que el uruguayo había dicho que estaba bien. Su salida le quitó peso y contundencia a un "millonario" que no tuvo en Trezeguet al gran goleador.
Boca volvió del más allá y logró un resultado muy valioso. Sobre todo para Julio César Falcioni, que venía cuestionado por el andar del equipo y la falta triunfos. Erviti y Silva, sus jugadores fetiche, salvaron al entrenador.
Pese a que empezó ganando rápido, el hecho de haber tenido que hacer dos cambios antes del cuarto de hora, le complicó el panorama táctico al "millonario". Rojas no fue Aguirre y González Pirez le hizo el penal a Acosta.
El 2-2 no fue negocio para nadie. Menos para River, que no debe descuidarse del promedio del descenso. Ni hablar de pelear por el título. Boca sigue cediendo terreno en su pelea con los de arriba, en especial Newell's.