En medio de la bronca, hay una luz de esperanza

A pesar de empatar con San Jorge, los jugadores "santos" prefirieron encarar lo que viene con optimismo.

PELEA POR LA PELOTA. Mauricio Levato intenta anticipar a Acosta. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL PELEA POR LA PELOTA. Mauricio Levato intenta anticipar a Acosta. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
26 Noviembre 2012

El empate al cierre del partido fue una daga. En San Martín no pudieron creer que el triunfo sobre San Jorge se escapara de la manera que se escapó. Fue 2 a 2 y el equipo tuvo que conformarse con el punto en La Ciudadela. A pesar de la bronca de un par de hinchas, los jugadores optaron por esperar lo que viene de la mejor manera posible: con confianza.

"Creo que por como se dio el partido, el resultado estuvo bien. Eso a pesar de haber estado ganando en tiempo cumplido. Con respecto al final y los reproches de la gente, es entendible porque cuando no se gana siempre es así", dijo Mauricio Levato, el volante que ayer volvía de una fecha de suspensión y recibió una nueva roja cuando el duelo se moría -no podrá estar frente a Central Norte de Salta-. De todas formas, el ex Douglas confía en que el grupo podrá salir adelante frente al "azabache" (el partido se jugaría el sábado).

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Igual de optimista se mostró Luciano González, otra voz de mando en el "santo". "Lo pudimos remontar, nos pusimos 2 a 1 y después llegó el empate en el último minuto. El enojo de la gente se entiende, pero hay que seguir. Esto es largo y a pesar de todo, vamos bien, clasificando", dijo el zaguero.

Para "Lucho" en la fecha se dieron un par de resultados que no modificaron mucho la historia en lo más alto de la tabla del Argentino A, por eso mantuvo la traquilidad y la esperanza para afrontar el próximo partido, y la Copa Argentina, de la mejor manera posible. "Seguimos prendidos en la pelea y hay que seguir trabajando. Lo que pasó (ayer) fue un partido raro, pero nos sentimos bien" explicó.

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Es así, en el "santo" ven el vaso medio lleno y está bien. Lo que viene es igual de importante a lo que ya pasó y la meta es no bajar nunca los brazos. LA GACETA ©

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