28 Noviembre 2012
Antes, la extracción de un tumor maligno oral muy avanzado era una cirugía extremadamente mutilante.
"Los pacientes quedaban sin lengua y sin mandíbula, con dificultad para alimentarse y hablar. O sea, con muy mala calidad de vida -explicó el doctor Juan Stoyanoff, especialista en cirugía plástica y reconstructiva-. Por eso se lo conoce con el nombre de Síndrome de Andy Gump, en alusión al cómic de la década del 60, que no tenía mandíbula. Actualmente, gracias al procedimiento quirúrgico reconstructivo se le puede brindar al paciente que llega tarde a la cirugía una calidad de vida aceptable. "Gracias al injerto, la cavidad oral recobrará su funcionalidad y además gozará de resinserción sociocultural", explicó el especialista.
Advirtió, además, que una lesión en la cavidad oral -con tratamiento o sin él- debe curarse en 15 días. Si no cicatriza en ese período es aconsejable hacer una biopsia.
"Los pacientes quedaban sin lengua y sin mandíbula, con dificultad para alimentarse y hablar. O sea, con muy mala calidad de vida -explicó el doctor Juan Stoyanoff, especialista en cirugía plástica y reconstructiva-. Por eso se lo conoce con el nombre de Síndrome de Andy Gump, en alusión al cómic de la década del 60, que no tenía mandíbula. Actualmente, gracias al procedimiento quirúrgico reconstructivo se le puede brindar al paciente que llega tarde a la cirugía una calidad de vida aceptable. "Gracias al injerto, la cavidad oral recobrará su funcionalidad y además gozará de resinserción sociocultural", explicó el especialista.
Advirtió, además, que una lesión en la cavidad oral -con tratamiento o sin él- debe curarse en 15 días. Si no cicatriza en ese período es aconsejable hacer una biopsia.