BOGOTÁ, Colombia.- Los dirigentes de Tigre no tuvieron mucho tiempo para trabajar. El "matador" acababa de empatar con Millonarios 1 a 1 y decidieron pornerse a trabajar para ganar un partido en los escritorios de la Conmebol: conseguir que el equipo juegue el choque decisivo en su estadio de Victoria.
El reglamento del máximo organismo continental es claro: para disputar encuentros de instancias decisivas, los estadios deben tener una capacidad mínima para 40 mil espectadores.
Pese a las remodelaciones efectuadas en los últimos años, el estadio José Dellagiovanna, ubicado en la zona Norte del Gran Buenos Aires, apenas tiene una capacidad estimada en 28.800 personas.
Por tal motivo, en caso de que el San Pablo brasileño solicite a rajatabla la aplicación de las reglamentaciones escritas, el escenario de la primera final, que se jugará el próximo jueves, debería mudarse.
Una de las alternativas que surge es la utilización del estadio Ciudad de La Plata, que fue sede de la Copa América 2011. (Télam)