"Apoyé a Campero y terminó haciendo cosas de peronistas"

La madre del denunciante es dirigente radical.

28 Enero 2013
"Soy radical desde hace treinta años y no me trago las inconductas partidarias para ocultar chanchullos. La ética y la moral son las banderas de mi partido". Graciela Villarubia es la madre de Carlos Monteros, el ex asesor que denunció que el concejal de Yerba Buena, Mariano Campero, lo obligó a compartir su sueldo con otras personas.

El planteo contra el radical ingresó a fines de noviembre al cuerpo y en los próximos días la comisión de Peticiones, presidida por el oficialista Mauricio Marcoccia, comenzará a tratar el asunto.

"Todo es verdad. Si no se trata, realizaré una nota al presidente del Concejo (Antonio Caferro) para saber por qué no se hizo. Una vez finalizado el trámite en el Concejo, recién pasará a la Justicia", adelantó a LA GACETA Villarubia.

La mujer, que milita en el radicalismo, está indignada con el joven edil: "confieso que me equivoqué con este muchacho (por Campero), por apostar a la juventud. Y resulta que estos chicos supieron tener las uñas demasiado largas. Cometí el error de apoyarlo y no acepto que después haga estas cosas de peronistas". Reconoció que intercedió para que su hijo trabajara con Campero. Afirmó que cuenta con testimonios y con otras pruebas de lo que calificó como "aprietes". "Si alguien te dice que si no entregás la mitad del sueldo te dará de baja, para mi es un apriete. Es una actitud de patrón de estancia.Yo le dije a Mariano que eso no correspondía. Le expliqué que, como dirigente, era preferible tener dos personas conformes y no cuatro disconformes, al hacer repartir los sueldos", explicó.

Villarubia recordó que, tras las quejas, el concejal le habría dado de baja a su hijo. "Es lo de menos que ya no tenga el trabajo. No quería que mi hijo esté por la plata o por el cargo, es militante y estamos en esto por un proyecto partidario. Esas cosas no se las dejo pasar a nadie y menos a este chiquito. Es joven y debe aprender. Los grandes en política tenemos que estar para guiar a los chicos", concluyó.

De acuerdo con el planteo, Monteros trabajó para Campero entre febrero y octubre de 2012. "La ilegalidad del vínculo comienza cuando fui compelido por Campero a 'resignar' la mitad de mis haberes para serles entregados a un tercero, so pena de no ser designado en el cargo, o ser inmediatamente dado de baja", afirmó el denunciante en el escrito. Según su relato, una persona pasaba por su casa cada mes, y él debía entregar el dinero "sin hacer ningún tipo de preguntas". "

Una vez que el planteo sea abordado en la comisión, los ediles definirán si será un tema a tratar en la primera sesión. Luego, Campero podrá hacer un descargo. Sus pares decidirán la veracidad de la denuncia y evaluarán las posibles sanciones. Al ser consultado por este diario sobre la situación, Campero negó haber cometido irregularidades y afirmó que se trataba de un "armado" del intendente, Daniel Toledo. En 2012, el ex edil opositor Pablo Berarducci había sido desplazado de su banca por incompatibilidad de cargos públicos.

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