Es muy preocupante que la actual situación sea de un malestar general en
la cual se suman las desacertadas decisiones políticas en todo lo
relacionado al campo y que se suman a la segunda sequia consecutiva que
golpea a los campos de la región y a la incertidumbre actual que genera la
situación del mercado azucarero.
En el 2012 la sequia estival golpeo al campo generando pérdidas de
potencial productivo que en promedio llegaron al 50 %, en la mayoría de los
cultivos de soja, maíz y poroto y actualmente nos encontramos con una
campaña 2013 de características similares o tal vez peores, debido a la
falta de precipitaciones durante el periodo comprendido entre el mes de
diciembre de 2012 y febrero 2013.
Son también notables los daños que se ven en los cañaverales, sobre todo
los que se encuentran limitando al este en la tradicional zona cañera
tucumana.
Los aspectos climáticos ocurridos en general forma parte del juego y los
productores pueden “tolerar” estas situaciones que dependen pura y
exclusivamente de la naturaleza.
Pero lo que genera una mayor tensión son aspectos relacionados a la pérdida
total de competitividad manifiesta, de prácticamente todas las actividades.
Son varios los factores que llevaron a que la competitividad sea cada vez
menor en el transcurso de los últimos años, entre los que destacamos en
primer término por su alta incidencia al proceso inflacionario que ha ido
sistemáticamente distorsionando los precios internos y externos al
encontrarse la economía y las exportaciones pesificadas.
Otro de los problemas que tienen las economías regionales y de la cual
hacen más pesada la carga es la distancia al puerto que encarece
drásticamente los fletes.
En la región teníamos un costo diferencial de fletes que desapareció hace
varios años, por lo que la brecha con las producciones de zonas cercanas al
puerto son cada vez mayores.
Es por ello importante que se ponga en marcha por parte del Gobierno
Nacional una política ferroviaria para el NOA que permita que los costos
disminuyan de alguna manera y de este modo equilibrar un poco las cosas.
Todas las decisiones sobre políticas agropecuarias se toman de manera
uniforme en todo el país y nunca tienen en cuenta las diferencias que
existen.
Un aspecto que tiene gran poder en el actual estado de ánimo de los
productores es el intervencionismo en los mercados de granos que perjudican
de sobre manera a las economías regionales como la del NOA.
En nuestro caso un proceso productivo sustentable es el pilar para
continuar en la actividad y la rotación en estos casos es clave. Debemos
rotar soja con maíz para evitar problemas como el caso del picudo.
Este correcto manejo de los cultivos no puede hacerse cuando el productor
no tiene certezas de los precios y de las condiciones de ventas de maíz y,
también de trigo, esenciales cultivos a la hora de la rotación y de la
cobertura de los campos.
Otro aspecto que perjudica a todos los productores por igual, sea sojero,
cañero o tabacalero es el alto valor del costo laboral que tiene sus
fluctuaciones de acuerdo a la carga de mano de obra que tiene la actividad
desarrollada, pero que permanentemente avanza con la inflación y por ende
suma más peso sobre la falta de competitividad.
Como decimos todos los procesos productivos que se realizan en la región
tiene una gran importancia para las provincias que integran el NOA.
Es posible que no tengan la importancia a nivel nacional, ya que por
ejemplo la producción de granos en la región es solo del 6% del total del
producido en el país, pero su incidencia en el PBI local es importante.
En Tucumán la producción de granos representa el tercer ingreso productivo
después del azúcar y el citrus.
Finalmente la presión fiscal no solo nacional sino a la sumatoria de esta,
con la creciente presión provincial, asfixia de sobre manera a los
productores.
En el caso de los granos, un informe de AACREA sobre el tema muestra a las
claras que el actual contexto de producción reducida por condiciones
climáticas está haciendo inviable la actividad productiva con este esquema
tributario. Es por ello muy importante que las autoridades tengan en cuenta
que el NOA y la provincia deben tener una política bien diferenciada para
nuestras producciones regionales, ya que si seguimos con este rumbo, serán
cada vez menos los productores que seguirán en el camino.
Esperemos que se pueda revertir esta tendencia.