Un ex inspector de la Dipsa pide declarar

José Luis López, sindicado como presunto involucrado en el desvío de fondos en el municipio, busca despegarse del escándalo. El ahora empleado de Higiene y Urbanismo cargó contra Víctor Saad, quien lo comprometió ante el fiscal con un escrito

REPARTICIÓN EN LA MIRA. El escándalo que investiga el fiscal Navarro Dávila se desató en las oficinas de la Dipsa, situadas en calle Alberdi 230. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI (ARCHIVO) REPARTICIÓN EN LA MIRA. El escándalo que investiga el fiscal Navarro Dávila se desató en las oficinas de la Dipsa, situadas en calle Alberdi 230. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SANCHEZ NOLI (ARCHIVO)
26 Mayo 2013
Desde que estalló el escándalo en la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa) de la capital, José Luis López, ex inspector de la repartición y sospechado de participar en el presunto desvío de fondos en el municipio, ha sido trasladado a tres oficinas diferentes. El empleado estatal -junto a otros trabajadores- está en la mira del fiscal de Instrucción, Washington Navarro Dávila, y ha sido señalado por el lavandero Víctor Saad como un eslabón clave en la supuesta cadena de irregularidades. Por todo esto, mediante un escrito enviado ayer a LA GACETA, López decidió romper el silencio.

"Me llama poderosamente la atención la acusación pública realizada por el señor Víctor Saad en mi contra. Todos sus dichos son falsos, ya que jamás le entregué cheque alguno perteneciente a la Municipalidad para que lo depositara en su cuenta bancaria", remarcó el empleado, que hoy supervisa la recolección de residuos en la Dirección de Higiene y Urbanismo de la capital. Y aseguró que la versión del lavandero es una mera estrategia procesal. "No niego conocer a las personas involucradas en la denuncia, pero entiendo que, con sus dichos, Saad intenta desvincularse de la causa. Él tenía vínculos de amistad con varios de las ciudadanos que se encuentran mencionados en la denuncia efectuada (Abarza, Gerez, etcétera), y para ello no tuvo mejor idea que culparme a mí, cuando en realidad no tengo nada que ver con todo esto", apuntó López.

Saad aparece en un expediente municipal -al cual tuvo acceso este diario- como una de las personas que cobró cheques que había emitido en 2011 el empresario y senador sanjuanino Roberto Basualdo para cancelar una deuda con la Dirección de Ingresos Municipales (DIM).

Según la documentación, la firma Basualdo SA le abonó a la capital $ 1 millón que tenía pendientes en tributos, y solicitó el libre deuda. Pero la DIM informó que aún quedaba un saldo de $ 300.000. Para justificar el pago, el empresario entregó copias de cheques -no a la orden- del Banco Francés a nombre de la Municipalidad. Pero esos valores no ingresaron a las arcas del Estado. Navarro Dávila sospecha que esto sucedió porque en la ciudad funciona un "municipio paralelo" destinado a desviar fondos.

Ataque y contraataque
El viernes, el abogado de Saad, Pablo Caram, llevó un escrito a la sede penal de Tribunales para aportarle la versión de su cliente al fiscal. En el texto, el lavandero aseguró que, en 2009, incursionó en esa actividad comercial junto a López y a Daniel Abarza (quien sería familiar de un asesor legal de la Dipsa, según Navarro Dávila). Y afirmó que, tras un año de trabajo, "se fundió", pero que le prestó a modo de favor su cuenta corriente al ex inspector de la repartición capitalina. "Yo salía del banco, López me esperaba en la camioneta y le entregaba todo el dinero", dijo Saad sobre la presunta maniobra con cheques.

El empleado López hizo su descargo público a través de un correo electrónico enviado a este diario, y aseguró que mediante su abogado, Tomás Robert, se puso a disposición de la Justicia. "Me encuentro a la espera de que el señor fiscal me cite para contestarle todas y cada una de las preguntas que quiera hacerme. Espero que suceda pronto, porque será la única oportunidad que tendré de demostrar que soy inocente", afirmó López. Además, apuntó contra Saad, y dijo que es el lavandero "quien debe dar las explicaciones del caso". "A través de sus dichos, reconoce expresamente que él es quien efectuó los depósitos en forma personal en su propia cuenta bancaria, que firmó documentación (cesiones, por ejemplo) y que retiró dinero que correspondería a los cheques pertenecientes a la Municipalidad", señaló. Luego, desmintió que haya concurrido a algún banco junto a Saad. "Tampoco recibí suma dinero (sic) de este señor. Todo lo que dice es mentira y, por lo tanto, les pediré a mis abogados defensores que inicien acciones legales en su contra por el perjuicio que me ha ocasionado con todo esto", contraatacó López en e-mail.

El abogado Robert interpretó los dichos de Saad como un plan para salir airoso en la causa. "El intento de posicionarse como una persona ajena a los hechos investigados no es más que una estrategia procesal realizada por sus representantes legales, a los fines de evadir responsabilidades", opinó. Además, dijo que el escrito aportado por el lavandero "fue preparado" debido a "su comprometida situación procesal". "El mismo admite haber participado en la supuesta maniobra delictiva en forma activa, ante lo cual es imposible alegar que no se representó la posibilidad de que se tratara de la comisión de un delito", remarcó Robert. Y consignó que la presentación de Saad "es autoincriminatoria" y viola garantías constitucionales. "Nuestro Código Procesal Penal no prevé como forma de declaración (...) un escrito. Tendría que ser, en todo caso, una declaración testimonial, informativa o como imputado con todas las garantías y formalidades de ley. Esto me lleva a concluir que no posee valor probatorio, ya que proviene de un potencial imputado", afirmó el letrado.

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