No hubo denuncias por abuso de menores contra Ilarraz en Tucumán

La Justicia de Monteros cerró una investigación que se había iniciado en noviembre. El caso sigue en Entre Ríos

CAUSA CERRADA. La Justicia de Monteros inició la investigación ante indicios de posibles casos de abusos en esa ciudad. ARCHIVO LA GACETA CAUSA CERRADA. La Justicia de Monteros inició la investigación ante indicios de posibles casos de abusos en esa ciudad. ARCHIVO LA GACETA
04 Junio 2013

La Justicia de Tucumán no encontró, por el momento, a ninguna persona que haya sufrido abusos de parte del cura Justo José Ilarraz, según informaron fuentes judiciales. Por eso, el sacerdote, que está siendo sometido a un proceso penal en Entre Rios por ese tipo de delitos, no será llamado a declarar por el momento.

Ilarraz fue acusado de haber sometimido sexualmente a más de 50 niños de entre 10 y 14 años entre 1985 y 1994 en el seminario de la ciudad de Paraná. El caso se conoció cuando el sacerdote estaba a cargo de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio Ñuñorco de Monteros. Tras esto, solicitó licencia por razones de salud.

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Durante la investigación, el fiscal de la justicia entrerriana, Francisco Ramírez Montrull, estuvo en Tucumán y, al regresar a su provincia, dijo que también existían indicios de posibles casos de abusos cometidos por el cura. Por esto, el fiscal Jorge Carrasco, del Centro Judicial Monteros, abrió una investigación para determinar si también se habían producido ataques en el ámbito de su jurisdicción. Pero durante más de seis meses de averiguaciones, nadie denunció haber sido víctima de un ataque por parte del cura.

Ramírez Montrull había aseverado que en el sur tucumano "hay personas que se han llamado al silencio" por miedo, pero estimó que luego "la gente se irá dando cuenta de lo sucedido". Esto, finalmente, no sucedió.

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El ex arzobispo de Paraná, monseñor Estanislao Karlic había sido quien en 1995 dispuso una investigación diocesana para indagar sobre el hecho. El caso no fue denunciado ante la Justicia ordinaria, hasta que tomó estado público. A Ilarraz se le aplicó una sanción simbólica, que le prohibía volver a la diócesis local y tomar contacto con los seminaristas. El cura fue enviado a Roma por el propio Karlic y, al regresar, se distanció un tiempo del sacerdocio, se radicó en Buenos Aires y más tarde se trasladó a Tucumán.

Sobre el cura pesa actualmente una prohibición de salir del país y se encuentra residiendo en Tucumán, hasta que se resuelva su situación judicial, dijeron las fuentes consultadas. LA GACETA 

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