09 Junio 2013
La Nación exige que se resuelva el caso Verón
El secretario de Justicia de la Nación reclama al poder político y judicial de Tucumán que "condene a los culpables" de la desaparición de Marita. En el cierre de un encuentro organizado para difundir los alcances de los cambios en el Poder Judicial, el funcionario subrayó que habla "en representación de la Presidenta".
APOYO. El secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, cerró con Susana Trimarco el debate por la reforma. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
El Gobierno nacional muestra una marcada decisión política para reformar a la Justicia. Y el secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, expuso ayer los argumentos por los cuales el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) considera imprescindible este cambio.
Álvarez cerró junto con Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles Verón, la joven desaparecida en 2002, la jornada para debatir los alcances de la reforma que organizó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en el Teatro Alberdi. El encuentro estuvo signado por la efervescencia política de los asistentes que -en cada ocasión que tenían- hacían resonar el teatro con cánticos peronistas que iban desde la tradicional marcha peronista inmortalizada por Hugo del Carril hasta arengas que conmemoraban al fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
En ese clima, Álvarez envió un mensaje sin medias tintas al gobierno alperovichista. "Como secretario de Justicia de la Nación, como funcionario de este gobierno nacional, en nombre y representación de la presidenta de la Nación (Cristina Fernández), es que le vengo a pedir al poder político de Tucumán -al poder político que está compuesto por los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial-, que resuelva el caso de Marita Verón. Que condene a los culpables. Eso (es los que) le vengo a pedir", arengó.
El caso Verón provocó -en diciembre- una crisis institucional que sacudió a la gestión del gobernador, José Alperovich. Y el discurso del secretario le recordó que, a pesar de las necesidades políticas por las elecciones legislativas de octubre, el kirchnerismo considera a este caso como "la gota que rebalsó el vaso" en el funcionamiento del Poder Judicial. En ese juicio oral, realizado una década después de la desaparición de Marita, el tribunal integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Eduardo Romero Lascano y Emilio Herrera Molina dictó sentencia absolutaria para los 13 imputados por el secuestro, la desaparición y la promoción a la prostitución de la hija de Trimarco.
Este fallo se convirtió en uno de los argumentos del kirchnerismo para avanzar con la reforma judicial, pero no es el único. "En todo el siglo XX, el Poder Judicial nunca cerró las puertas. Mientras que las dictaduras aplicaban el terrorismo de Estado, secuestraban argentinos y argentinas, cerraban el parlamento (Poder Legislativo) y tomaban el Poder Ejecutivo; el Poder Judicial permanecía abierto. Y, ¿por qué permanecía abierto? Porque tenía connivencia con este pacto corporativo. Por eso, si queremos cambiar, tenemos que poner las cosas sobre la mesa", fustigó Álvarez.
La crítica del funcionario kirchnerista hacia el funcionamiento de la Justicia fue cruda. Incluso, al comienzo de su discurso advirtió que tenía pensado alejarse del libreto. "No haré reflexiones jurídicas. Esas reflexiones que se hacen en la Justicia, pero que poco se entienden porque son opacas, oscuras, palaciegas. Lo que debatimos en este congreso en Tucumán es cómo hacer para que las reflexiones jurídicas se pongan de cara a la sociedad y no de espaldas a la sociedad. Eso lo que tenemos que debatir cuando nos reunimos jueces, fiscales, abogados académicos, ciudadanos y víctimas", arengó en un tono firme, lo cual despertó los aplausos que -de a ratos- se mezclaron con sus palabras.
En la visita del titular Sindicatura General de la Nación (Sigen), Daniel Reposo, a fines de mayo pasado, el funcionario kirchnerista había resaltado "la importancia de tener una decisión política para provocar cambios".
Esa tesitura de la política nacional volvió a hacerse palpable ayer, en las frases lanzadas por Álvarez. "No es casualidad que esta década ganada sea la primera década de este siglo. No es casualidad que esta lucha se dé después del debacle que tuvo nuestro país. Todo esto nos muestra que la igualdad y la inclusión son las únicas formas que tenemos para construir este país. Y discúlpenme que me ponga enérgico pero esa es la energía que trasmiten estas mujeres que no le tienen miedo a las mafias", analizó haciendo referencia a Trimarco.
A diferencia de otras ocasiones, Trimarco hizo un discurso medido, pero sin dejar de reiterar su pedido de justicia por su hija Marita Verón. Al término del encuentro, tanto Álvarez como Trimarco se fueron sin hablar con la prensa.
Álvarez cerró junto con Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles Verón, la joven desaparecida en 2002, la jornada para debatir los alcances de la reforma que organizó el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en el Teatro Alberdi. El encuentro estuvo signado por la efervescencia política de los asistentes que -en cada ocasión que tenían- hacían resonar el teatro con cánticos peronistas que iban desde la tradicional marcha peronista inmortalizada por Hugo del Carril hasta arengas que conmemoraban al fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
En ese clima, Álvarez envió un mensaje sin medias tintas al gobierno alperovichista. "Como secretario de Justicia de la Nación, como funcionario de este gobierno nacional, en nombre y representación de la presidenta de la Nación (Cristina Fernández), es que le vengo a pedir al poder político de Tucumán -al poder político que está compuesto por los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial-, que resuelva el caso de Marita Verón. Que condene a los culpables. Eso (es los que) le vengo a pedir", arengó.
El caso Verón provocó -en diciembre- una crisis institucional que sacudió a la gestión del gobernador, José Alperovich. Y el discurso del secretario le recordó que, a pesar de las necesidades políticas por las elecciones legislativas de octubre, el kirchnerismo considera a este caso como "la gota que rebalsó el vaso" en el funcionamiento del Poder Judicial. En ese juicio oral, realizado una década después de la desaparición de Marita, el tribunal integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Eduardo Romero Lascano y Emilio Herrera Molina dictó sentencia absolutaria para los 13 imputados por el secuestro, la desaparición y la promoción a la prostitución de la hija de Trimarco.
Este fallo se convirtió en uno de los argumentos del kirchnerismo para avanzar con la reforma judicial, pero no es el único. "En todo el siglo XX, el Poder Judicial nunca cerró las puertas. Mientras que las dictaduras aplicaban el terrorismo de Estado, secuestraban argentinos y argentinas, cerraban el parlamento (Poder Legislativo) y tomaban el Poder Ejecutivo; el Poder Judicial permanecía abierto. Y, ¿por qué permanecía abierto? Porque tenía connivencia con este pacto corporativo. Por eso, si queremos cambiar, tenemos que poner las cosas sobre la mesa", fustigó Álvarez.
La crítica del funcionario kirchnerista hacia el funcionamiento de la Justicia fue cruda. Incluso, al comienzo de su discurso advirtió que tenía pensado alejarse del libreto. "No haré reflexiones jurídicas. Esas reflexiones que se hacen en la Justicia, pero que poco se entienden porque son opacas, oscuras, palaciegas. Lo que debatimos en este congreso en Tucumán es cómo hacer para que las reflexiones jurídicas se pongan de cara a la sociedad y no de espaldas a la sociedad. Eso lo que tenemos que debatir cuando nos reunimos jueces, fiscales, abogados académicos, ciudadanos y víctimas", arengó en un tono firme, lo cual despertó los aplausos que -de a ratos- se mezclaron con sus palabras.
En la visita del titular Sindicatura General de la Nación (Sigen), Daniel Reposo, a fines de mayo pasado, el funcionario kirchnerista había resaltado "la importancia de tener una decisión política para provocar cambios".
Esa tesitura de la política nacional volvió a hacerse palpable ayer, en las frases lanzadas por Álvarez. "No es casualidad que esta década ganada sea la primera década de este siglo. No es casualidad que esta lucha se dé después del debacle que tuvo nuestro país. Todo esto nos muestra que la igualdad y la inclusión son las únicas formas que tenemos para construir este país. Y discúlpenme que me ponga enérgico pero esa es la energía que trasmiten estas mujeres que no le tienen miedo a las mafias", analizó haciendo referencia a Trimarco.
A diferencia de otras ocasiones, Trimarco hizo un discurso medido, pero sin dejar de reiterar su pedido de justicia por su hija Marita Verón. Al término del encuentro, tanto Álvarez como Trimarco se fueron sin hablar con la prensa.
NOTICIAS RELACIONADAS