16 Junio 2013
LAS PERICIAS. La investigación apunta al personal del juzgado Federal N° 1, a cargo de Daniel Bejas. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (ARCHIVO)
Una investigación por un presunto caso de trata de personas con fines de explotación laboral tuvo un giro inesperado. Los empleados del Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, a cargo de Raúl Daniel Bejas, descubrieron que de la caja fuerte de la secretaría faltaban U$S 4.000 y $ 100 que habían sido mencionados en las actas que Gendarmería Nacional realizó al momento del operativo.
El fiscal Federal Carlos Brito lleva adelante la investigación por el faltante de dinero, que fue descubierto luego de un inventario que había ordenado el juez. De acuerdo al dictamen realizado por Brito a mediados de mayo (al que pudo tener acceso LA GACETA), el dinero que figura en el acta no está en los sobres que contienen los secuestros.
El octubre de 2008, Gendarmería Nacional realizaba un control en la ruta 9, a la altura de la localidad de Trancas, cuando en un colectivo descubrió a tres ciudadanos chinos que eran trasladados hacia Mendoza.
Estas personas, que no hablaban castellano, no tenían los documentos de identidad. A los pocos minutos se logró determinar que dos ciudadanos peruanos, que también viajaban en el colectivo, poseían los pasaportes de los ciudadanos chinos.
Bejas había ordenado que el colectivo continuara viaje hacia Mendoza, con personal de Gendarmería a bordo. Al llegar a la terminal cuyana, otros tres ciudadanos chinos se acercaron a los peruanos y les consultaron si traían la mercadería. Tras la respuesta afirmativa, entregaron una suma de dinero. Así fue desbaratada la operación.
El inventario
Gendarmería Nacional guardó los elementos secuestrados (entre los que había dinero) en nueve sobres distintos. El 15 de marzo de 2010, la entonces secretaria subrogante del juzgado María Virginia Duffy (hoy a cargo de la secretaría de Derechos Humanos) realizó el inventario que había ordenado Bejas.
La funcionaria encontró que los nueve sobres estaban deteriorados, y se resolvió lacrarlos en tres nuevos sobres. Al analizar el contenido de los mismos, se dio con que en el sobre número 7 Gendarmería había documentado que quedaban secuestrados 40 billetes de U$S 100 cada uno y cinco billetes de $ 20. Pero el dinero no estaba en la caja fuerte.
Ante esto, se decidió abrir una investigación, que fue derivada al fiscal Brito. El representante del Ministerio Público nacional indagará en los empleados que recibieron los secuestros y tuvieron acceso a la caja fuerte, aunque tampoco se descartaría que la investigación se extienda a los gendarmes que intervinieron en el caso, según afirmaron fuentes judiciales.
El fiscal Federal Carlos Brito lleva adelante la investigación por el faltante de dinero, que fue descubierto luego de un inventario que había ordenado el juez. De acuerdo al dictamen realizado por Brito a mediados de mayo (al que pudo tener acceso LA GACETA), el dinero que figura en el acta no está en los sobres que contienen los secuestros.
El octubre de 2008, Gendarmería Nacional realizaba un control en la ruta 9, a la altura de la localidad de Trancas, cuando en un colectivo descubrió a tres ciudadanos chinos que eran trasladados hacia Mendoza.
Estas personas, que no hablaban castellano, no tenían los documentos de identidad. A los pocos minutos se logró determinar que dos ciudadanos peruanos, que también viajaban en el colectivo, poseían los pasaportes de los ciudadanos chinos.
Bejas había ordenado que el colectivo continuara viaje hacia Mendoza, con personal de Gendarmería a bordo. Al llegar a la terminal cuyana, otros tres ciudadanos chinos se acercaron a los peruanos y les consultaron si traían la mercadería. Tras la respuesta afirmativa, entregaron una suma de dinero. Así fue desbaratada la operación.
El inventario
Gendarmería Nacional guardó los elementos secuestrados (entre los que había dinero) en nueve sobres distintos. El 15 de marzo de 2010, la entonces secretaria subrogante del juzgado María Virginia Duffy (hoy a cargo de la secretaría de Derechos Humanos) realizó el inventario que había ordenado Bejas.
La funcionaria encontró que los nueve sobres estaban deteriorados, y se resolvió lacrarlos en tres nuevos sobres. Al analizar el contenido de los mismos, se dio con que en el sobre número 7 Gendarmería había documentado que quedaban secuestrados 40 billetes de U$S 100 cada uno y cinco billetes de $ 20. Pero el dinero no estaba en la caja fuerte.
Ante esto, se decidió abrir una investigación, que fue derivada al fiscal Brito. El representante del Ministerio Público nacional indagará en los empleados que recibieron los secuestros y tuvieron acceso a la caja fuerte, aunque tampoco se descartaría que la investigación se extienda a los gendarmes que intervinieron en el caso, según afirmaron fuentes judiciales.