Francisco posee la mejor seguridad, pero ¿es invulnerable?

El hombre que disparó a Juan Pablo II dice que es fácil atacar al nuevo Papa

JORNADA SANGRIENTA. Juan Pablo II cae herido sobre el papamóvil. JORNADA SANGRIENTA. Juan Pablo II cae herido sobre el papamóvil.
03 Julio 2013
"Es fácil dispararle también a este Papa, pero nadie tiene interés en hacerlo". Las inquietantes declaraciones que hizo Alí Agca, el hombre que intentó asesinar a Juan Pablo II, encendieron todas las alarmas en el Vaticano. La espontaneidad del Papa Francisco, que se salta con frecuencia el protocolo, supone un reto y un dolor de cabeza para sus servicios de seguridad.

La advertencia fue lanzada por Agca a la Radio 24 de Italia desde Turquía, donde vive actualmente luego de haber estado 19 años preso por haberle disparado al Pontífice polaco en plena Plaza San Pedro, en mayo de 1981. "Si alguien quisiese (dispararle al Papa) podría hacerlo muy fácilmente, pero no le importa a nadie. El Papa Francisco es un simple párroco de provincia", apuntó. Y agregó: "no tengo ningún plan para matar al Papa Francisco, tranquilizo al Vaticano. Me gustaría dispararle al presidente Obama, sí. Pero estoy bromeando".

Fuera de estas declaraciones, la célebre Guardia Suiza y la Gendarmería del Vaticano, que se ocupan de la seguridad de los pontífices, tuvieron que acostumbrarse desde el primer día a un Papa que se niega a "encerrarse" entre sus guardaespaldas porque quiere estar cerca de la gente. ¿Eso significa que está expuesto a un mayor peligro? Carlos Suárez Vila, ex comisario y ex jefe de la custodia del gobernador José Alperovich durante nueve años, asegura que una celebridad que rompe con los protocolos no necesariamente corre más riesgos.

"Las medidas de seguridad no se pueden imponer a una personalidad; sino que deben adaptarse al custodiado. Los responsables de la seguridad deben respetar los estilos", explicó Suárez Vila, quien tuvo la oportunidad de conocer a uno de los guardias del Sumo Pontífice. "El Papa tiene la mejor custodia del mundo, muy bien preparada", describió. Y aseguró que, generalmente, cuando la celebridad es una persona que le gusta mucho romper los protolocos y entrar en contacto con la gente se desarrollan varios planes de seguridad. "Si el custodiado rompe el plan A, hay que tener varias alternativas. La clave está en hacer trabajo de inteligencia de todo lo que puede pasar: tener un relevamiento de la gente y hacer seguimientos", destacó.

También habló sobre los peligros que podría correr Francisco durante su visita a Brasil a fines de este mes, para la Jornada Mundial de la Juventud, teniendo en cuenta las manifestaciones que se están sucediendo en el país vecino. "Creo que está muy bien cuidado el Papa", explicó. No obstante, reconoció que las dificultades son mayores cuando una celebridad se mueve en lugares abiertos, a los que concurren miles de personas.

"Hay muchos métodos para cuidar a una personalidad, desde francotiradores e infiltrados entre la multitud, pasando por la custodia personal y todos los trabajos previos de inteligencia. No obstante, no hay custodia que sea inquebrantable; sí las hay muy buenas", resaltó.

"El mayor desafío es cuidarlo de la gente que se acerca a saludar a una celebridad. Hay que leer el rostro de las personas. Cuando algo es raro, tenemos un código de manos y empezamos a marcar personas sospechosas", describió.

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