La quema de caña pone en vilo a pobladores

Los focos de fuego han aumentado debido a la combinación de la sequía y las heladas, dijo la Secretaria de Medio Ambiente provincial. Un incendio en un cañaveral genera temor en las casas aledañas. Bomberos Voluntarios y la policía local lograron sofocar el siniestro; no hubo heridos

EN ARCADIA. El fuego se extiende en un cañaveral, cerca de las viviendas de la localidad del sur provincial. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL EN ARCADIA. El fuego se extiende en un cañaveral, cerca de las viviendas de la localidad del sur provincial. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
27 Julio 2013
El espanto se adueñó ayer de la localidad de Arcadia debido a un incendio en un cañaveral. El fuego se extendió sobre un campo de caña de azúcar de 10 hectáreas, lo que generó peligro a las casas aledañas a la plantación. No hubo heridos, ni evacuados, sólo un gran susto que potenció la polémica por la proliferación de esta práctica, tanto en lotes productivos como en otras actividades.

"Defendimos las casas que estaban a la par del cañaveral; solo una calle de recolección separa las viviendas de la plantación ubicada en la zona de atrás de la población. Fueron llamas de cinco y seis metros; el viento fuerte alimentó el fuego y formó una oleada", relató Luis Eduardo Figueroa, jefe de Bomberos Voluntarios de Concepción, cuerpo oficial que acudió al lugar tras un llamado de auxilio de los vecinos, cerca de las 15.10. "No hubo incidentes ni personas asistidas. Se llegó a tiempo (a socorrer el incendio)", agregó el agente.

La Secretaría de Medio Ambiente de la provincia confirmó que en los últimos dos días se incrementaron los focos de incendio en Tucumán. "Se detectaron tanto por quema de rastrojos (desechos de cultivos) como por caña en pie, en algunos sectores. Se efectuaron de forma accidentada o intencional", remarcó el titular del SEMA, Alfredo Montalván.

El funcionario explicó las heladas y la sequía se combinaron para conformar un escenario ambiental propicio para la proliferación del fuego en distintos puntos de la provincia. "Las heladas secaron más los pastizales. La sequía y las bajas temperaturas de las semana propiciaron la propagación de los incendios", comentó Montalván.

La prohibición de la quema está establecida en el artículo 38 de la Ley provincial de Medio Ambiente (Nº 6.253). Ese apartado normativo establece: "se prohibe la quema de vegetación enraizada, arraigada, aclimatada o seca para evitar la degradación de los suelos, la atmósfera, los daños a la salud de la población y el desequilibrio del ecosistema. Prohíbese a todos los ingenios recibir caña de azúcar quemada y cosechada con máquinas integrales. La autoridad de aplicación establecerá como mecanismo de control y sanción de los responsables que infrinjan la ley, un registro de productores que utilizan el método de quema para cosecha".

Un informe de la Estación Experimental del INTA Famaillá, publicado por LA GACETA Rural, confirmó un incremento del 84% en los focos de incendios en el primer semestre del año, respecto de igual período del año anterior. Según el trabajo, se detectaron 131 puntos de referencia desde enero a junio. El 65% del total fue sobre diversas coberturas de suelo, como pasturas, desmontes y restos de otros cultivos, y un 34% se produjo en caña de azúcar. Entre mayo y junio se observó un mayor número de puntos de fuego, con 46 y 37 focos de calor, respectivamente.

La actividad ígnea provoca contaminación del aire y el agua; problemas respiratorios de la población, y daños en viviendas, líneas directas, remarcaron los referentes de diferentes sectores productivos y ambientalistas.

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