Sugieren revisar la brotación y el crecimiento de la caña

Hay que tener un mínimo de cepas en condiciones de generar tallos de calidad

MÚLTIPLES DAÑOS. La quema de cañaverales está prohibida, pero algunos productores cañeros hacen oídos sordos a las normativas ambientales y productivas. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL MÚLTIPLES DAÑOS. La quema de cañaverales está prohibida, pero algunos productores cañeros hacen oídos sordos a las normativas ambientales y productivas. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
20 Septiembre 2013

Jorge Scandaliaris, jefe de la Sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, trazó algunas de las recomendaciones que podrían aplicarse en el cultivo de la caña de azúcar para la campaña que se inicia:

1- Asegurarse de que el cañaveral tenga un mínimo de cepas en condiciones de generar una población de tallos que permitan un nivel productivo rentable. Los efectos negativos de la sequía pueden haber afectado las cepas, de manera que es necesario revisar la brotación y el crecimiento de los cañaverales para adoptar decisiones en tal sentido. Un mal cañaveral puede sumar más dolores de cabeza que soluciones productivas.

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2- En lotes con bajas perspectivas de producción y muy enmalezados, sería conveniente descepar y rotar con el cultivo de soja, a los efectos de prepararlos para una buena plantación al año siguiente.

3- Tratar de conservar la cobertura vegetal con los residuos de cosecha, con el propósito de disminuir la evaporación de agua del suelo. Lamentablemente, muchos lotes se quemaron por el descontrol generalizado del fuego.

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4- Evitar las labores mecánicas profundas, que ante la falta de lluvias pueden generar pérdidas de cepas y estrés hídrico en el cañaveral. Se deberían realizar labores que favorezcan el almacenaje de agua en detrimento de la escorrentía superficial. No es aconsejable hacer labores que puedan exponer las cepas a daños mayores. 5- Evitar el excesivo laboreo de los suelos; y evitar el crecimiento de malezas, para tratar de conservar la poca agua que puede contener el suelo, durante el período de crecimiento inicial de las plantas de caña de azúcar.

6- Considerar que el control de malezas, en condiciones de déficit hídrico, puede ser diferente a cuando a las lluvias son normales.

7- Considerar los efectos negativos que puede tener la aplicación de algunos agroquímicos en condiciones de estrés hídrico, para no agravar aún más los perjuicios sobre el cañaveral, a raíz de los efectos fitotóxicos.

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