20 Noviembre 2013
Cerca del mediodía, el reclamo los lanzó a la calle, a la misma calle por la que desde hace 13 días no pasa un solo auto. Afligidos, molestos y ávidos de respuestas, algunos de los comerciantes que tienen sus negocios en 24 de Septiembre al 600 y 700 -cortadas al tránsito desde el jueves 7, tras el incendio que se desató en un edificio de la zona- se reunieron ayer al lado de las vallas que aíslan al inmueble siniestrado para reclamar que esas cuadras vuelvan a ser habilitadas al paso de vehículos y recuperen así el movimiento propio de una arteria del microcentro. Sin esto, advirtieron, deben soportar grandes pérdidas económicas.
Dueños y encargados de negocios aclararon que comprenden que la Municipalidad debe tomar los recaudos necesarios para garantizar la seguridad de los peatones, pero opinaron que la espera se está volviendo más larga de lo razonable. "Todo está igual que el primer día, no se hizo más nada. Según Defensa Civil, se debió cortar el tránsito para evitar las vibraciones que pueden provocar un derrumbe, pero el lunes la SAT usó un taladro mecánico para cavar un pozo justo al frente de ese edificio. ¿De qué vibraciones me están hablando?", cuestionó Humberto Gacioppo, dueño de una guardería.
El hombre agregó que no sólo los vehículos dejaron de pasar por esas cuadras, sino que tampoco lo hacen los peatones y algunos vecinos, que consideran peligrosa el área. "Si no vienen, no se vende. Para colmo, este no es el único corte que debemos soportar: hay que agregarle el de Crisóstomo y Chacabuco, por el juicio en el Tribunal Oral Federal. Este sector queda aislado y nosotros tenemos que afrontar los gastos como todos los meses", añadió Guillermo Lesnik, que vende artefactos de iluminación en un local justo al frente de la zona vallada.
En manos de la Justicia
El fin de semana pasado, Oscar Terraza, director de Defensa Civil de la capital, había explicado a LA GACETA que los ingenieros contratados por los dueños del edificio incendiado habían decidido demoler los pisos superiores, un plan que Catastro ya aprobó. Pero el funcionario advirtió que esa obra no podrá comenzar hasta que no lo habilite la Fiscalía III, que lleva adelante la investigación acerca del origen del fuego. "Nadie puede entrar a los locales porque no se puede alterar el escenario pesquisado", detalló.
Pero la explicación no convence a los comerciantes, que resaltaron que es el fondo de la estructura lo más dañado por las llamas. "Mientras tanto, pueden ir apuntalando el frente y habilitar al menos media calzada; eso ya nos serviría. Los funcionarios tienen que ser más diligentes para resolver problemas simples", opinó Agustín Nougués, dueño de otra guardería.
Dueños y encargados de negocios aclararon que comprenden que la Municipalidad debe tomar los recaudos necesarios para garantizar la seguridad de los peatones, pero opinaron que la espera se está volviendo más larga de lo razonable. "Todo está igual que el primer día, no se hizo más nada. Según Defensa Civil, se debió cortar el tránsito para evitar las vibraciones que pueden provocar un derrumbe, pero el lunes la SAT usó un taladro mecánico para cavar un pozo justo al frente de ese edificio. ¿De qué vibraciones me están hablando?", cuestionó Humberto Gacioppo, dueño de una guardería.
El hombre agregó que no sólo los vehículos dejaron de pasar por esas cuadras, sino que tampoco lo hacen los peatones y algunos vecinos, que consideran peligrosa el área. "Si no vienen, no se vende. Para colmo, este no es el único corte que debemos soportar: hay que agregarle el de Crisóstomo y Chacabuco, por el juicio en el Tribunal Oral Federal. Este sector queda aislado y nosotros tenemos que afrontar los gastos como todos los meses", añadió Guillermo Lesnik, que vende artefactos de iluminación en un local justo al frente de la zona vallada.
En manos de la Justicia
El fin de semana pasado, Oscar Terraza, director de Defensa Civil de la capital, había explicado a LA GACETA que los ingenieros contratados por los dueños del edificio incendiado habían decidido demoler los pisos superiores, un plan que Catastro ya aprobó. Pero el funcionario advirtió que esa obra no podrá comenzar hasta que no lo habilite la Fiscalía III, que lleva adelante la investigación acerca del origen del fuego. "Nadie puede entrar a los locales porque no se puede alterar el escenario pesquisado", detalló.
Pero la explicación no convence a los comerciantes, que resaltaron que es el fondo de la estructura lo más dañado por las llamas. "Mientras tanto, pueden ir apuntalando el frente y habilitar al menos media calzada; eso ya nos serviría. Los funcionarios tienen que ser más diligentes para resolver problemas simples", opinó Agustín Nougués, dueño de otra guardería.