05 Diciembre 2013
EN EL BANQUILLO. El ex comisario Enrique García se sienta frente a los jueces para defenderse de la acusación de haber falseado actas públicas. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
“Cuando te matan a un hijo, se convierte en un expediente”, recordó Alberto Lebbos que le dijo una madre salteña hace unos años. Ayer a la tarde, el padre de Paulina Lebbos trató de que el expediente por el crimen de su hija recobre vida, cuando declaró en el juicio oral que comenzó contra tres ex policías por falsificar el acta del hallazgo del cuerpo de la joven estudiante de comunicación social.
“Vamos caminando miles de kilómetros alrededor de la plaza (Independencia) pidiendo justicia, y llegamos a este juicio al borde de la prescripción”, dijo Lebbos.
Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 cuando salió de bailar de un boliche de El Abasto. El cuerpo fue encontrado el 11 de marzo de ese año, en una pendiente ubicada a la vera de la ruta 341, en la localidad de Tapia.
El entonces comisario de Raco, Enrique García, y los policías Manuel Yapura y Roberto Lencina, firmaron un acta en la que consta que Paulina fue hallada luego de un intenso rastrillaje. Sin embargo, lo encontraron los baqueaños Marcelo y Sergio Goitea, que hoy declararán en el juicio.
“El día en que la encontraron me llamó el fiscal Alejandro Noguera a las 19.45 para decirme que habían hallado un cuerpo a la orilla de la ruta”, comenzó a relatar Lebbos. Cuando el hombre llegó, fue recibido por el entonces jefe de Policía, Hugo Sánchez. “Me dijo que después de un intenso rastrillaje habían encontrado un cuerpo. Me acerqué y lo primero que veo fue un codo, y el cuerpo en una posición como mirando hacia abajo”, contó el padre de Paulina.
Lebbos aseguró que había comenzado a sospechar de la Policía, luego de comprobar que los supuestos rastrillajes no se realizaban. “Un hombre me dice que habían sido los hermanos Goitea los que habían encontrado el cuerpo. Le reclamé a Noguera, quien había discutido con el entonces secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, porque este quería levantar inmediatamente el cadáver”, comentó.
La reconstrucción
Las dudas de Lebbos comenzaron a transformarse en certezas a principios de abril, cuando Gendarmería Nacional realizó una reconstrucción en Tapia.
“Ese día he presenciado como el comisario García le relataba al jefe de Gendarmería Nacional cómo había sido el hallazgo y cómo fraguaron el acta”, comentó el testigo.
García habría admitido en el reconocimiento que habían falseado que había perros tironeando del cuerpo de Paulina, que habían amenazado a los Goitea para que firmaran el acta falsa, que desmalezaron todo el lugar antes de que se realizaran las pericias y que escondieron las primeras fotografías que había tomado Criminalística Norte, según Lebbos.
"En esas fotografías se da cuenta de que el cadáver de Paulina había sido movido", dijo. El fotógrafo de la Policía Fabián Toledo declaró también anoche y afirmó que las imágenes habían quedado guardadas en el cofre de la dependencia, desconociendo por qué su jefe no las había enviado a la fiscalía.
Duro video
Una filmación con las actuaciones de la Policía la mañana del 12 de marzo de 2006 fue reproducida en el debate oral (conducido por los jueces Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre). Lebbos evitó mirar el momento en el que el cuerpo de Paulina fue sacado de la pendiente, y lloró.
“Era una joven llena de sueños, de esperanza, que quería ser periodista. Asesinaron a Paulina, pero siguen asesinando a nuestros hijos que se transforman en expedientes; porque destrozaron el expediente del caso. Les pido que hablen y digan para qué lo hicieron”, le pidió Lebbos a los acusados.
“Vamos caminando miles de kilómetros alrededor de la plaza (Independencia) pidiendo justicia, y llegamos a este juicio al borde de la prescripción”, dijo Lebbos.
Paulina desapareció el 26 de febrero de 2006 cuando salió de bailar de un boliche de El Abasto. El cuerpo fue encontrado el 11 de marzo de ese año, en una pendiente ubicada a la vera de la ruta 341, en la localidad de Tapia.
El entonces comisario de Raco, Enrique García, y los policías Manuel Yapura y Roberto Lencina, firmaron un acta en la que consta que Paulina fue hallada luego de un intenso rastrillaje. Sin embargo, lo encontraron los baqueaños Marcelo y Sergio Goitea, que hoy declararán en el juicio.
“El día en que la encontraron me llamó el fiscal Alejandro Noguera a las 19.45 para decirme que habían hallado un cuerpo a la orilla de la ruta”, comenzó a relatar Lebbos. Cuando el hombre llegó, fue recibido por el entonces jefe de Policía, Hugo Sánchez. “Me dijo que después de un intenso rastrillaje habían encontrado un cuerpo. Me acerqué y lo primero que veo fue un codo, y el cuerpo en una posición como mirando hacia abajo”, contó el padre de Paulina.
Lebbos aseguró que había comenzado a sospechar de la Policía, luego de comprobar que los supuestos rastrillajes no se realizaban. “Un hombre me dice que habían sido los hermanos Goitea los que habían encontrado el cuerpo. Le reclamé a Noguera, quien había discutido con el entonces secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella, porque este quería levantar inmediatamente el cadáver”, comentó.
La reconstrucción
Las dudas de Lebbos comenzaron a transformarse en certezas a principios de abril, cuando Gendarmería Nacional realizó una reconstrucción en Tapia.
“Ese día he presenciado como el comisario García le relataba al jefe de Gendarmería Nacional cómo había sido el hallazgo y cómo fraguaron el acta”, comentó el testigo.
García habría admitido en el reconocimiento que habían falseado que había perros tironeando del cuerpo de Paulina, que habían amenazado a los Goitea para que firmaran el acta falsa, que desmalezaron todo el lugar antes de que se realizaran las pericias y que escondieron las primeras fotografías que había tomado Criminalística Norte, según Lebbos.
"En esas fotografías se da cuenta de que el cadáver de Paulina había sido movido", dijo. El fotógrafo de la Policía Fabián Toledo declaró también anoche y afirmó que las imágenes habían quedado guardadas en el cofre de la dependencia, desconociendo por qué su jefe no las había enviado a la fiscalía.
Duro video
Una filmación con las actuaciones de la Policía la mañana del 12 de marzo de 2006 fue reproducida en el debate oral (conducido por los jueces Carlos Caramuti, Dante Ibáñez y Emilio Páez de la Torre). Lebbos evitó mirar el momento en el que el cuerpo de Paulina fue sacado de la pendiente, y lloró.
“Era una joven llena de sueños, de esperanza, que quería ser periodista. Asesinaron a Paulina, pero siguen asesinando a nuestros hijos que se transforman en expedientes; porque destrozaron el expediente del caso. Les pido que hablen y digan para qué lo hicieron”, le pidió Lebbos a los acusados.