“La integración debe ser cultural”

REIVINDICACIÓN. Colombres destaca la belleza del lenguaje del NOA.  LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI REIVINDICACIÓN. Colombres destaca la belleza del lenguaje del NOA. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
18 Mayo 2014
“El NOA es como un gigante tonto”. La frase puede resultar chocante, pero cuando se ahonda en su verdadero sentido, esa primera impresión cambia. Y según el escritor y antropólogo tucumano Adolfo Colombres (el autor de la frase) ese sentido tiene que ver con la necesidad de que la región adopte cierta autonomía de vuelo en el contexto latinoamericano. “Yo veo que el NOA es como un país, en el sentido antiguo del término. Un país enorme con mentalidad comarcana y un sector intelectual muy quedado. No existe una visión cultural global. Los únicos que tienen una estrategia de acción son los comerciantes”, declara.

Colombres, que fue invitado a disertar en el Mayo de las Letras, nació en Tucumán en 1944. Se graduó en Derecho en la UBA y realizó estudios en Filosofía, Literatura y Antropología. Es autor de las novelas “Caranday de las muertes” (1972), “Viejo camino del maíz” (México, 1979), “Portal del paraíso” (1984), “Territorio final” (1987), “Karaí, el héroe” (1988), y “La estirpe de Kedoc” (2004), entre muchas otras. Es también autor de “Imaginario del paraíso. Ensayos de interpretación” que se presentó el año pasado en Tucumán.

Ahora dedicado a la investigación en torno al habla regional, entre otros temas, Colombres aprovechó su visita para ahondar en el tema de la regionalización como estrategia de crecimiento. “No es que quiera fomentar el sesionismo, pero realmente nuestra región tiene una historia potente que hay que saber usar. En el NOA tenemos 6.000 años de civilización andina, valores y hasta un idioma distinto al de los porteños. Aquí no sólo hay un bello lenguaje que circula, sobre todo por los valles, sino que los hombres parecen hidalgos pobres. En el NOA la forma de hablar envuelve como un capullo de algodón. En cambio, en Buenos Aires, la diversidad y el vértigo generan una manera de hablar prepotente que realmente cae mal. Entonces tenemos que explotar nuestras virtudes como región y lograr imponernos en el marco de una integración latinoamericana que es cada vez más necesaria”, declara. Y agrega: “todavía en Buenos Aires existe esa visión de que una misteriosa corriente marina arrastró a nuestro país hasta pegarlo al continente, lo cual habla de la visión egocéntrica que tienen los porteños. Yo, hasta en México me siento más en casa que en Buenos Aires. Y eso que me formé ahí”. En este sentido, Colombres adhiere a los avances en materia de integración latinoamericana. “Creo que la Argentina está bien encaminada. Pero, hay que tener en cuenta que la verdadera integración no viene desde el lado económico, sino desde lo cultural. Por eso el Estado debería invertir más en materia de cultura. El hecho de haber creado el Ministerio ya es un avance importante. Era una deuda pendiente”, dice.

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