Por Federico Espósito
23 Agosto 2014
EL MAESTRO Y EL ALUMNO. Marcos Ayerza y Lucas Noguera Paz, dos generaciones unidades por una misma pasión.
SALTA.- El minibús espera cerca de la puerta con el motor encendido, listo para partir. Benjamín Macome, Santiago González Iglesias y Rodrigo Báez, tres de los cuatro Pumas invitados a la apertura del Torneo Intercolegial en el club Universitario de Salta, ya han cumplido con los autógrafos y las fotos para los fans, y se agrupan en la puerta. Pero falta uno: Lucas Noguera Paz, que no puede avanzar por causa de la cantidad de personas que se han arremolinado en torno a él para pedirle una selfie o una firma en la camiseta. Con apenas 20 años y tres meses en el seleccionado mayor, “Luquitas” entiende lo que es ser una celebridad. Él, sencillo como ninguno, no piensa dejar a nadie esperando. “Es que me acuerdo cuando estaba en el lugar de ellos”, explica como puede, porque al instante se produce un amontonamiento de chicos. ¿El motivo? Una foto general.
“La verdad que está muy bueno tener ese cariño de la gente. Te contagia mucho y te ayuda, te pone contento. Estoy agradecido, porque es una forma que tenés de saber que lo que venís haciendo está dando sus frutos”, expresa, como quien todavía se siente del otro lado. Incluso después de haber conocido el éxito con los “naranjas”, los “naranjitas” y Los Pampas, no se la cree para nada. Siente que todavía tiene mucho que aprender, y estas últimas semanas le han dado al maestro perfecto, Marcos Ayerza, que hoy cumplirá 50 partidos con Los Pumas. Diríase, el presente y el futuro de la camiseta número 1, la del pilar izquierdo.
“Han sido pocas las semanas que estuvimos compartiendo, pero es lindo ver la continuidad. Ver jugadores que tienen el potencial de jugar en el seleccionado por muchos años. Creo que Lucas lo tiene. Ojalá que la salud lo acompañe y pueda seguir evolucionando como jugador al máximo nivel y que se pueda seguir afianzando. Yo creo que tiene las condiciones para hacerlo. Tiene el futuro en sus manos”, aseguró “Toro” sobre quien está llamado a sucederlo.
Lucas se confiesa admirador del pilar de Leicester, que debutó en 2004 justamente ante Sudáfrica. “Siempre lo observé y lo observo mucho. Para mí es muy importante la presencia de Marcos en el plantel, porque la experiencia que tiene y por la predisposición para ayudarme y aconsejarme acerca de cosas que no sé o que aún estoy aprendiendo”, devolvió gentilezas el tucumano. “Él viene y me da una mano en todo, y eso me hace mucho bien, porque por más que estemos jugando al nivel más profesional que existe, todos los días se aprenden cosas nuevas. Y más en este puesto”, señaló el de Lince, que no estará hoy ante los Springboks.
“Es difícil verlo desde afuera, pero después solo te das cuenta de que tenés que aportar desde el lugar que te toque. A veces, llevando agua o dándole una palabra de aliento a tu compañero. Porque de eso se tratan los equipos”, aceptó Lucas.
“La verdad que está muy bueno tener ese cariño de la gente. Te contagia mucho y te ayuda, te pone contento. Estoy agradecido, porque es una forma que tenés de saber que lo que venís haciendo está dando sus frutos”, expresa, como quien todavía se siente del otro lado. Incluso después de haber conocido el éxito con los “naranjas”, los “naranjitas” y Los Pampas, no se la cree para nada. Siente que todavía tiene mucho que aprender, y estas últimas semanas le han dado al maestro perfecto, Marcos Ayerza, que hoy cumplirá 50 partidos con Los Pumas. Diríase, el presente y el futuro de la camiseta número 1, la del pilar izquierdo.
“Han sido pocas las semanas que estuvimos compartiendo, pero es lindo ver la continuidad. Ver jugadores que tienen el potencial de jugar en el seleccionado por muchos años. Creo que Lucas lo tiene. Ojalá que la salud lo acompañe y pueda seguir evolucionando como jugador al máximo nivel y que se pueda seguir afianzando. Yo creo que tiene las condiciones para hacerlo. Tiene el futuro en sus manos”, aseguró “Toro” sobre quien está llamado a sucederlo.
Lucas se confiesa admirador del pilar de Leicester, que debutó en 2004 justamente ante Sudáfrica. “Siempre lo observé y lo observo mucho. Para mí es muy importante la presencia de Marcos en el plantel, porque la experiencia que tiene y por la predisposición para ayudarme y aconsejarme acerca de cosas que no sé o que aún estoy aprendiendo”, devolvió gentilezas el tucumano. “Él viene y me da una mano en todo, y eso me hace mucho bien, porque por más que estemos jugando al nivel más profesional que existe, todos los días se aprenden cosas nuevas. Y más en este puesto”, señaló el de Lince, que no estará hoy ante los Springboks.
“Es difícil verlo desde afuera, pero después solo te das cuenta de que tenés que aportar desde el lugar que te toque. A veces, llevando agua o dándole una palabra de aliento a tu compañero. Porque de eso se tratan los equipos”, aceptó Lucas.