11 Septiembre 2014
LÍDER. Botín era bisnieto, nieto, hijo, sobrino y padre de banqueros. reuters
MADRID.- El banquero español Emilio Botín, presidente del Grupo Santander, murió en la capital española a los 79 años a causa de un infarto. Su hija, Ana Patricia Botín, lo sustituye en el cargo tras se elegida por “unanimidad” por el consejo de administración del banco, según un comunicado emitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España.
De esta forma, Ana Patricia Botín, de 53 años, se convirtió en la cuarta generación familiar que se encarga de dirigir la entidad. Botín llevaba 28 años al frente del primer grupo financiero de España y Latinoamérica, y el mayor de la zona euro por capitalización bursátil.
El fallecimiento del poderoso banquero, quien tuvo una gran influencia en la historia contemporánea de España, conmocionó al país y provocó una catarata de reacciones. El rey Felipe VI destacó que Botín era un “grandísimo hombre” que hizo “mucho por España”. “Fue una sorpresa, un mazazo. Tuve una reunión con él la semana pasada y lo encontré bien”, dijo el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien, a su vez, destacó que Botín fue “un gran embajador de la marca España”. Desde el Congreso de los Diputados, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, también expresó su “tristeza” por el fallecimiento del banquero,
La impronta de Botín en el Banco Santander, que presidió desde 1986 hasta la actualidad, era tan notable que se aseguraba que no había una previsión sobre su sucesión.
Nacido en 1934 en Santander, era un hombre de tradición financiera, bisnieto, nieto, hijo, sobrino, hermano y padre de banqueros. Bajo su mando, el Santander pasó de ser un banco industrial a convertirse en un gigante financiero a nivel mundial, con presencia consolidad principalmente en Europa y Latinoamérica.
Con una agresiva política de expansión ganó terreno primero en España y a principios de la década de los 90 comenzó su desembarco en Latinoamérica. En Brasil, a través de Banespa, un gigante bancario de San Pablo, se convirtió en una referencia financiera clave. En la Argentina el grupo está presente a través del Banco Santander Río. (Télam)
De esta forma, Ana Patricia Botín, de 53 años, se convirtió en la cuarta generación familiar que se encarga de dirigir la entidad. Botín llevaba 28 años al frente del primer grupo financiero de España y Latinoamérica, y el mayor de la zona euro por capitalización bursátil.
El fallecimiento del poderoso banquero, quien tuvo una gran influencia en la historia contemporánea de España, conmocionó al país y provocó una catarata de reacciones. El rey Felipe VI destacó que Botín era un “grandísimo hombre” que hizo “mucho por España”. “Fue una sorpresa, un mazazo. Tuve una reunión con él la semana pasada y lo encontré bien”, dijo el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien, a su vez, destacó que Botín fue “un gran embajador de la marca España”. Desde el Congreso de los Diputados, el líder del opositor Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, también expresó su “tristeza” por el fallecimiento del banquero,
La impronta de Botín en el Banco Santander, que presidió desde 1986 hasta la actualidad, era tan notable que se aseguraba que no había una previsión sobre su sucesión.
Nacido en 1934 en Santander, era un hombre de tradición financiera, bisnieto, nieto, hijo, sobrino, hermano y padre de banqueros. Bajo su mando, el Santander pasó de ser un banco industrial a convertirse en un gigante financiero a nivel mundial, con presencia consolidad principalmente en Europa y Latinoamérica.
Con una agresiva política de expansión ganó terreno primero en España y a principios de la década de los 90 comenzó su desembarco en Latinoamérica. En Brasil, a través de Banespa, un gigante bancario de San Pablo, se convirtió en una referencia financiera clave. En la Argentina el grupo está presente a través del Banco Santander Río. (Télam)
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