Tucumán es la provincia que hace lo imposible por mostrar dos caras y, en muchos casos, también el ridículo y generar malestar entre los habitantes que no entienden aún cómo se pueden hacer tan mal las cosas.

En Banda del Río Salí, el intendente Zacarías Khoder muestra con orgullo el camión barredor que adquirió. Para él y sus funcionarios ese vehículo es sinónimo de avance y modernización. Pero esta gestión hace muy pocos esfuerzos para reparar las poceadas calles de la ciudad; y mucho menos para eliminar los basurales que florecen en las esquinas porque el sistema de recolección de residuos no es regular.

Todos los tucumanos tendrán que contar con la tarjeta Ciudadana o la Metropolitana para usar el sistema público de transporte de pasajeros. Pero hasta hace poco, iban a tener que cargar las dos si es que el pasajero debe tomar un colectivo interurbano y otro urbano. En Buenos Aires, desde un principio, con la SUBE -idéntico sistema con otro nombre- se estableció que el usuario, además de viajar en micros, la puede utilizar para pagar los pasajes de trenes, subtes y hasta abonar el peaje. ¿Por qué en Tucumán, inicialmente, iba a ser diferente?

La provincia es tomada como un ejemplo a nivel nacional en la reproducción artificial de pejerreyes. En dos meses, la Dirección de Flora y Fauna sembró casi un millón de ejemplares de la especie en El Cadillal y en Escaba. Los funcionarios de Jujuy, Salta y Catamarca, como todos los años, esperan ansiosos que les envíen alevinos para repoblar sus lagos. Pero, en estas tierras, por la falta de control, los espejos están siendo invadidos por furtivos que destruyen la fauna con sus redes sin que nadie los detenga.

Según los funcionarios, por día se secuestran entre 200 y 300 motos porque sus conductores no llevan casco o no cuentan con la documentación necesaria para circular por las calles. ¿Es motivo de orgullo mostrar esas estadísticas o simplemente una prueba de la ineficacia total para diseñar una campaña que logre cambiar la conducta de los infractores? O lo que es peor: es mejor recaudar que enseñar.

El Ente Tucumán Turismo vende a la provincia como un paraíso verde donde el verde de la naturaleza envuelve a los visitantes. El turista, en realidad, cuando ingresa a estas tierras se topa con todos los basurales que florecen a la vera de las principales vías de accesos, descubre los nauseabundos aromas del río Salí y descubren el monumento a las botellas descartables en los canales pluviales más importantes. La lista es interminable. Haga un repaso y verá.

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