Nuevos tratamientos para manejar malezas

MUY DURA. “Eleusine indica” también es resistente al glifosato. MUY DURA. “Eleusine indica” también es resistente al glifosato.
28 Noviembre 2014
Los herbicidas saflufenacil (Heat) y fluroxipir han demostrado ser buenos complementos para el manejo de “malva” y “verdolaga”, a lo que se agrega el control de “ataco” y “rama negra” para el primero.

Las gramíneas resistentes ya nacidas requieren controles particulares de acuerdo a su tamaño; cuando son pequeñas (antes de macollaje), pueden ser controladas con imazetapir o paraquat, pero cuando son más grandes, se requiere del empleo de gramicidas Fop o Dim en doble golpe, aplicando éstos primero para, luego de una semana, completar el control con glifosato + 2,4-D.

“Esto debe hacerse si se sembrará soja, ya que el uso de graminicidas previo a la siembra de maíz no está recomendado”, aclara Ignacio Olea, jefe de la Sección Malezas de la Eeaoc.

El paraquat es el herbicida más utilizado para “quemar” en doble golpe, antes de la siembra a las malezas no controladas por el glifosato (“gramíneas”, “Borreria”, “Gomphrena”), permitiendo un inicio simultáneo de la emergencia del cultivo y el rebrote de estas especies, las cuales deberán ser controladas nuevamente dentro del cultivo.

Machoneos

En el caso de “sorgo de Alepo resistente a glifosato”, es recomendable identificar las matas luego de realizar el barbecho con ese herbicida, a fin de controlarlas con “machoneos manuales” utilizando imazapir.

Los herbicidas residuales difieren en sus espectros de control y, para completarlo, se aconseja la mezcla de dos de ellos con diferentes modos de acción.

Todos ellos se activan cuando son incorporados al suelo con una lluvia, por lo que las malezas ya emergidas no son controladas, a excepción del imazetapir o el flumioxazin, que tienen efectos sobre plantas pequeñas de algunas especies.

Mezclas efectivas

Estos dos herbicidas, junto con diclosulam, sulfentrazone, metolacloro, acetoclor, y atrazina, son los productos utilizados con mayor frecuencia para el manejo preventivo en los barbechos, debiéndose tener en cuenta su selectividad con los cultivos de soja o maíz, así como su especificidad con el biotipo resistente que se busque controlar.

Concluye Olea señalando que “si bien los herbicidas post-emergentes selectivos con el cultivo son muy eficientes con las plantas nuevas, no necesariamente lo son con los rebrotes. Es por ello que el barbecho químico constituye una etapa crítica para la implantación correcta y el posterior desarrollo del cultivo”.

“Resulta fundamental asegurar que el cultivo nazca limpio y permanezca en esa condición, algo que puede lograrse planificando los manejos, de acuerdo a las problemáticas particulares y realizando un seguimiento de cada lote”, aclaró.

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