29 Diciembre 2014
La tarjeta Metropolitana, con la que se abonarán los viajes en líneas de ómnibus interurbanas (del número 100 al 142), será presentada en sociedad desde las 11 de hoy, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno. El sistema de pago electrónico comenzará a regir inmediatamente, pero en forma paulatina: según acordaron empresarios, gremialistas de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y funcionarios, durante enero este método de pago convivirá con el pago del boleto mediante dinero en efectivo. En otras palabras, desde el 1 de febrero, sólo se podrá viajar en las unidades de empresas que conectan las ciudades del Gran San Miguel de Tucumán (Alderetes, Banda del Río Salí, Las Talitas, Lules, Tafí Viejo y Yerba Buena) con este plástico.
Según se había anunciado, se dispondrán más de 160 puntos de venta y de recarga de la tarjeta en las distintas ciudades mencionadas; entre otros, agencias de quiniela, quioscos y las empresas de transporte. Está previsto, además que en las firmas se repartan en forma gratuita alrededor de 100.000 tarjetas. Sólo se requerirá que el usuario realice una carga inicial de $ 30. En simultáneo, en varios locales se pondrán a la vente unas 150.000 tarjetas, a $ 15.
Espera la promulgación
El Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán todavía no envió al intendente de esa ciudad, Domingo Amaya, las ordenanzas aprobadas el martes de la semana pasada, que habilitan incrementos en el boleto de ómnibus y en la bajada de bandera y la “ficha” del viaje en taxis.
Casi todos los concejales -peronistas (del alperovichismo, del amayismo y del massismo), republicanos, radicales y de la Coalición Cívica- votaron a favor de un aumento en ambas tarifas. Sólo el edil del PRO, Roberto Ávila, se manifestó en contra, con el argumento de que se debía primero revisar el servicio que se estaba brindando al usuario. A la hora de fijar la tarifa se terminó imponiendo, sin embargo, el dictamen de la mayoría, firmado por los peronistas y por el republicano Claudio Viña, por sobre los despachos del radical José Luis Avignone y de la representante de la Coalición Cívica-ARI, Sandra Manzone. De este modo, el boleto pasó a costar $ 4,83; es decir, un aumento del 24%. Si se suma este porcentaje al 30% que los concejales habían concedido en abril se totaliza un incremento del 54% en ocho meses.
A la hora de votar el aumento del viaje en taxi también se impuso sin problemas el dictamen por mayoría, firmado por los ediles peronistas. Una vez que Amaya promulgue la ordenanza, la bajada de bandera pasará a costar $ 7, y los 100 metros recorridos -o el minuto de espera-, $ 0,70. Esto implica una suba en el servicio de autos de alquiler de un 17%.
Según se había anunciado, se dispondrán más de 160 puntos de venta y de recarga de la tarjeta en las distintas ciudades mencionadas; entre otros, agencias de quiniela, quioscos y las empresas de transporte. Está previsto, además que en las firmas se repartan en forma gratuita alrededor de 100.000 tarjetas. Sólo se requerirá que el usuario realice una carga inicial de $ 30. En simultáneo, en varios locales se pondrán a la vente unas 150.000 tarjetas, a $ 15.
Espera la promulgación
El Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán todavía no envió al intendente de esa ciudad, Domingo Amaya, las ordenanzas aprobadas el martes de la semana pasada, que habilitan incrementos en el boleto de ómnibus y en la bajada de bandera y la “ficha” del viaje en taxis.
Casi todos los concejales -peronistas (del alperovichismo, del amayismo y del massismo), republicanos, radicales y de la Coalición Cívica- votaron a favor de un aumento en ambas tarifas. Sólo el edil del PRO, Roberto Ávila, se manifestó en contra, con el argumento de que se debía primero revisar el servicio que se estaba brindando al usuario. A la hora de fijar la tarifa se terminó imponiendo, sin embargo, el dictamen de la mayoría, firmado por los peronistas y por el republicano Claudio Viña, por sobre los despachos del radical José Luis Avignone y de la representante de la Coalición Cívica-ARI, Sandra Manzone. De este modo, el boleto pasó a costar $ 4,83; es decir, un aumento del 24%. Si se suma este porcentaje al 30% que los concejales habían concedido en abril se totaliza un incremento del 54% en ocho meses.
A la hora de votar el aumento del viaje en taxi también se impuso sin problemas el dictamen por mayoría, firmado por los ediles peronistas. Una vez que Amaya promulgue la ordenanza, la bajada de bandera pasará a costar $ 7, y los 100 metros recorridos -o el minuto de espera-, $ 0,70. Esto implica una suba en el servicio de autos de alquiler de un 17%.